
El Kremlin ha confirmado que el presidente ruso, Vladimir Putin, mantendrá una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, a las 17:00 hora de Moscú (14:00 GMT) el próximo lunes. Esta llamada, anunciada inicialmente por Trump el pasado sábado, se centrará en la necesidad de detener el “baño de sangre” en el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como en cuestiones comerciales.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha calificado de “importante” esta conversación, especialmente tras las recientes negociaciones mediadas por Turquía en Estambul, que marcaron el primer diálogo directo entre Rusia y Ucrania desde 2022. Durante estas conversaciones, ambas partes intercambiaron listas de condiciones para un posible alto el fuego, acordaron un intercambio masivo de prisioneros y discutieron la posibilidad de futuras rondas de negociaciones.
Expectativas y preocupaciones en torno a la llamada
Peskov ha subrayado la disposición de Moscú para colaborar con Estados Unidos en su papel de mediador, afirmando que valoran los esfuerzos de mediación de Washington siempre y cuando contribuyan a alcanzar sus objetivos por medios pacíficos. “El camino diplomático es preferible”, ha declarado el portavoz, quien también ha indicado que cualquier cumbre futura entre Putin y Trump dependerá de lo que ambos líderes decidan y que debe estar “bien preparada” para ser “orientada a resultados”.
Sin embargo, la situación no está exenta de tensiones. Según un informe del Washington Post, Zelensky y sus principales asesores están preocupados de que la llamada entre Trump y Putin pueda resultar en un “fait accompli” que Ucrania no pueda aceptar. En respuesta a esta inquietud, el presidente ucraniano se reunirá con el vicepresidente J.D. Vance para discutir cómo evitar que se tomen decisiones unilaterales que afecten a su país.
Por su parte, Steve Witkoff, enviado especial de Trump y figura clave en el proceso de paz en Ucrania, ha expresado su esperanza de que la llamada sea “muy exitosa” y pueda ayudar a despejar “parte del estancamiento” en las negociaciones. La comunidad internacional observa con atención este diálogo, que podría marcar un punto de inflexión en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.