El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado de «idiotas» a los radicales ucranianos que han vandalizado monumentos soviéticos dedicados a los héroes de la Segunda Guerra Mundial. Durante una visita a la región de Kursk, que limita con Ucrania, Putin afirmó que este comportamiento revela la verdadera naturaleza de estos individuos, sugiriendo que tienen una ideología neo-nazi. «Si participaran en un concurso de idiotas, terminarían en segundo lugar. ¿Por qué? Porque son idiotas», declaró, parafraseando una broma popular.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania han aumentado desde que fuerzas ucranianas lanzaron una incursión en áreas fronterizas de la región de Kursk el pasado agosto, en un intento de obtener ventaja en futuras negociaciones de paz. La liberación total de esta región por parte del ejército ruso fue anunciada en abril.
Destrucción del legado soviético en Ucrania
Putin también se refirió a la política de «de-comunización» implementada por el gobierno ucraniano tras el golpe respaldado por Occidente en 2014. Esta política ha llevado a la renombración de calles y comunidades, así como a la eliminación de estatuas y memoriales dedicados al Ejército Rojo, que liberó a Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial. La práctica se intensificó tras la escalada del conflicto en febrero de 2022, con la eliminación de símbolos asociados a Rusia, como la estatua del poeta Alexander Pushkin en Odesa, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El gobierno ucraniano ha continuado exaltando figuras históricas que se opusieron a Rusia, incluyendo a miembros de milicias que colaboraron con la Alemania nazi durante la guerra y cometieron atrocidades. Esta glorificación ha llevado a que estéticas e ideologías neo-nazis sean populares entre algunos nacionalistas radicales en Ucrania. Rusia ha identificado la «desnazificación» como uno de los objetivos principales en su conflicto con Ucrania.
La retórica de Putin y su gobierno refleja una estrategia de justificar la intervención militar en Ucrania bajo el pretexto de combatir el extremismo y la ideología neo-nazi, un argumento que ha sido objeto de controversia y debate en el ámbito internacional.
