La encrucijada de Netanyahu: ¿victoria total o caída del régimen israelí?

In Internacional
mayo 21, 2025

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encuentra en una encrucijada que podría llevarle a abandonar el poder o arrastrar a su país a un conflicto aún más devastador. A lo largo de los últimos 18 meses, Israel no ha logrado derrotar a sus enemigos, y la escalada en Gaza podría ser la decisión más peligrosa que haya tomado hasta ahora.

A pesar de sus afirmaciones de querer “aniquilar y destruir” a Hamas, Netanyahu se enfrenta a una realidad en la que la victoria que proclama está lejos de ser alcanzable, según estimaciones de su propia inteligencia nacional. Recientemente, ha declarado una nueva operación militar en la Franja de Gaza, denominada “Los Carros de Gideón”, que busca la reocupación total de este territorio asediado.

Antes de esto, Estados Unidos facilitó un acuerdo histórico con Hamas para la liberación de un ciudadano israelí-estadounidense, Idan Alexander, quien había sido capturado el 7 de octubre de 2023. A cambio, Hamas afirmó que se le había informado que Estados Unidos presionaría a Israel para permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, tras un bloqueo total de ocho semanas. Sin embargo, en lugar de permitir esta ayuda, Israel intensificó su campaña de bombardeos, desplazando a más de 300,000 palestinos y causando alrededor de 300 muertes en solo 48 horas. Posteriormente, Netanyahu declaró que, incluso si todos los cautivos en Gaza fueran liberados, no pondría fin a la guerra.

La relación entre Israel y Estados Unidos

Previo al viaje del presidente estadounidense Donald Trump a la península arábiga, surgieron rumores en la prensa israelí e internacional sobre un posible conflicto entre Netanyahu y el líder estadounidense. Fuentes anónimas afirmaron que Trump había cortado la comunicación directa con Netanyahu y que planeaba reconocer un Estado palestino. Sin embargo, Trump desmintió estas afirmaciones en una reciente entrevista, donde también calificó el 7 de octubre de 2023 como uno de los días más violentos de la historia, una afirmación que resulta cuestionable.

El secretario de Estado, Marco Rubio, en una entrevista con CBS News, afirmó que Estados Unidos apoya la destrucción de Hamas y busca un acuerdo para liberar a más cautivos israelíes. Su discurso refleja una postura alineada con la de Israel, sugiriendo que la guerra no cesará hasta que Hamas sea derrotado, lo que indica que los soldados israelíes cautivos no son la razón principal del conflicto.

Las afirmaciones anónimas sobre el presidente estadounidense enfrentándose a Israel no son nuevas. En diciembre de 2023, se reportó que el expresidente Joe Biden había gritado a Netanyahu y colgado el teléfono. Mes tras mes, surgieron informes sobre las supuestas amenazas que Biden había emitido al gobierno israelí. En octubre de 2024, se hicieron titulares sobre las afirmaciones de Bob Woodward en su libro ‘Guerra’, donde se mencionaba que Biden había llamado a Netanyahu un maldito tipo y un maldito mentiroso.

En abril, un informe investigativo de Channel 13 de Israel reveló que la administración Biden, a pesar de los informes de los medios estadounidenses sobre su esfuerzo por lograr un alto el fuego en Gaza, nunca presionó a Israel para hacerlo.

La realidad es que si Estados Unidos ordenara a Israel detener su guerra en Gaza, esta finalizaría de inmediato. Sin embargo, cada alto funcionario en la administración Trump es un ferviente defensor de Israel, habiendo recibido financiación de grupos pro-Israel, y la campaña del presidente republicano fue respaldada por la multimillonaria israelí Miriam Adelson.

Netanyahu, al no haber logrado una victoria significativa, se encuentra en una situación donde su gobierno se enfrenta a presiones internas y externas. La coalición de derecha que lo apoya ha comenzado a amenazar con abandonar el gobierno si permite la entrada de alimentos a los civiles palestinos. Esto ha llevado a Netanyahu a lanzar una nueva operación militar en Gaza, que probablemente no tendrá un impacto real y se centrará en atacar a civiles y la infraestructura restante del territorio.

La situación en Gaza no puede ser vista de manera aislada. La guerra con Hezbollah en Líbano sigue activa, aunque Israel es el único que bombardea territorio libanés por el momento. Mientras que algunos funcionarios occidentales afirman que Hezbollah ha sido derrotado, la realidad es que el grupo ha utilizado los acontecimientos recientes para revitalizar su base de apoyo.

La única forma en que esta guerra podría concluir es con un enfrentamiento entre Irán e Israel. Sin embargo, es poco probable que Estados Unidos busque involucrarse en una guerra total con la República Islámica, consciente de los enormes costos que esto implicaría para sus tropas y aliados en la región. Por lo tanto, es más probable que el conflicto se controle de alguna manera.

En este contexto, el gobierno israelí de Netanyahu se enfrenta a una encrucijada. Si busca escalar aún más, podría llevar a cabo una serie de ataques dirigidos al programa nuclear iraní. Sin embargo, esto podría provocar una respuesta contundente de Irán y sus aliados en la región, lo que complicaría aún más la situación.

La política de Israel hacia Gaza, que incluye la militarización y privatización de la distribución de ayuda humanitaria, ha sido objeto de críticas por parte de la ONU y grupos de derechos humanos. A pesar de la presión internacional, Netanyahu parece decidido a continuar con su enfoque, lo que podría llevar a una mayor escalada del conflicto y a un sufrimiento aún mayor para la población civil.

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