
Leonardo da Vinci, el apóstol del Renacimiento, continúa fascinando al mundo más de cinco siglos después de su muerte. Recientemente, un ambicioso proyecto internacional, conocido como el Leonardo DNA Project, ha acercado a los investigadores a los secretos biológicos del genio a través de un trabajo de investigación genealógica de tres décadas, que culmina en el nuevo libro titulado «Genìa Da Vinci. Genealogía y Genética del ADN de Leonardo», escrito por Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato.
La obra documenta un elaborado árbol genealógico que se remonta a 1331 y abarca 21 generaciones, con más de 400 individuos incluidos. Este exhaustivo trabajo sienta las bases para una de las investigaciones histórico-genéticas más avanzadas, destinada a reconstruir el perfil genético de Leonardo. A través de un análisis meticuloso de documentos y archivos, los autores han logrado identificar 15 descendientes directos del artista, lo que ha permitido realizar pruebas de ADN a seis de ellos. Los resultados revelaron una coincidencia en segmentos del cromosoma Y, confirmando así la continuidad genética de la línea masculina de los Da Vinci desde, al menos, la 15ª generación.
Hallazgos arqueológicos y análisis genéticos
El libro también confirma la existencia de una tumba familiar de los Da Vinci en la Iglesia de Santa Croce en Vinci, que actualmente se encuentra en proceso de excavación. Entre los restos óseos recuperados, algunos han sido datados por radiocarbono, y un espécimen ha sido objeto de análisis paleogenómico, que sugiere que el individuo era masculino. Si se confirma que el cromosoma Y de los descendientes actuales coincide con el de los restos antiguos, esto fortalecería la precisión de los registros de paternidad y permitiría un examen más profundo del material biológico atribuido a Leonardo.
Desde su lanzamiento en 2016, el Leonardo DNA Project ha reunido a instituciones de renombre como la Universidad Rockefeller de Nueva York y el Instituto J. Craig Venter de California. La premisa del proyecto es sencilla pero crucial: rastrear el cromosoma Y, que se transmite sin cambios de padre a hijo.
Los autores del libro no solo se limitan a la genética. En sus 21 capítulos, abordan también la genealogía, la historia y la geografía que moldearon a Leonardo. A través de registros de tierras antiguas, se han identificado siete hogares de la familia Da Vinci en el pueblo y castillo de Vinci, así como propiedades que pertenecieron al propio Leonardo. Un hallazgo notable es la identificación de su madre, Caterina, a quien se le atribuye una historia compleja, sugiriendo que podría haber sido esclava en servicio de un banquero adinerado.
Entre las revelaciones más intrigantes se encuentra un estudio que sugiere que un dibujo de carbón, descubierto en la antigua casa Bracci de Vinci, podría ser atribuido a Leonardo. Este dibujo, que representa a una criatura fantástica, ha sido denominado «Dragón Unicornio» y presenta elementos iconográficos que anticipan los estudios posteriores de vuelo de Leonardo.
Además, el libro sugiere que Leonardo podría haber anticipado conceptos que hoy identificamos como epigenéticos, reflexionando sobre cómo la dieta, la sangre y el comportamiento parental influyen en la descendencia, temas que siguen siendo relevantes en la actualidad.
El proyecto se propone no solo reconstruir el linaje de la familia Da Vinci, sino también dar valor a los lugares conectados con Leonardo, facilitando así la investigación científica sobre su ADN. Con el avance de la biología del siglo XXI, se vislumbra la posibilidad de obtener información sobre personas históricas que se creían perdidas para siempre. La obra de Vezzosi y Sabato se presenta como un paso fundamental hacia un retrato genético de uno de los más grandes genios de la historia.