
El Museo de Manchester ha sido galardonado con el prestigioso premio European Museum of the Year, en el marco de la Conferencia EMYA2025, celebrada en Polonia. Este reconocimiento se otorga en un año que ha puesto el foco en la “Memoria y Solidaridad para la Acción Colectiva”.
Fundado en 1867 y parte de la Universidad de Manchester, este museo de historia natural alberga una colección de aproximadamente 4,5 millones de objetos procedentes de todos los continentes, que incluyen tanto artefactos arqueológicos y antropológicos como un vivario con anfibios vivos. Entre sus exposiciones destaca la del sapo arlequín, una especie en peligro crítico que solo puede verse fuera de Panamá en este museo.
La presidenta del jurado del EMYA, Amina Krvavac, destacó que el Museo de Manchester fue premiado por “mejorar la accesibilidad” y crear “nuevos espacios para fomentar conexiones comunitarias más profundas y promover el diálogo intercultural”. Este reconocimiento también se extiende a sus esfuerzos por abordar su pasado colonial y redefinir su misión en función de una historia compleja, un desafío común entre muchas instituciones de su tipo.
En la práctica, el museo ha enfatizado las perspectivas de los pueblos indígenas, permitiendo que estos sean los protagonistas en la curaduría de sus propias historias. Un ejemplo destacado es la exposición “Anindilyakwa Arts: Stories from our Country”, que explora la cultura de los Anindilyakwa, los propietarios tradicionales del archipiélago de Groote en Australia. Esta exhibición fue diseñada en colaboración con artistas y ancianos de la comunidad Anindilyakwa, y en 2023, el museo devolvió 174 objetos de patrimonio cultural a su país de origen, demostrando así su compromiso por corregir errores históricos.
Un contexto significativo para los premios
La elección del lugar para la entrega de premios no fue casual. El Museo Memorial Sybir de Białystok, que fue el anfitrión, ganó el año pasado el premio del Consejo de Europa por su contribución a la defensa de los derechos humanos y la ciudadanía democrática, centrándose en las historias de los polacos deportados a la URSS durante la Segunda Guerra Mundial.
Este año, el premio del Consejo de Europa fue otorgado a Euskararen Etxea, un espacio cultural en Bilbao dedicado a la lengua vasca y su historia. La institución fue reconocida por su capacidad de explorar las emociones y desafíos asociados con la cultura vasca, y por su accesibilidad a visitantes de diversas lenguas.
El Centro Interpretativo de Salvamento de Alvor (CISA) en Portugal también fue galardonado por su enfoque en la participación comunitaria, destacando la importancia de contar las historias de quienes las viven. Por su parte, el Museo de Arte Moderno de Estambul fue premiado por su ambiente inclusivo y su enfoque en atraer a un público joven. Finalmente, MUZOO, un espacio contemporáneo en Suiza, recibió un reconocimiento por su sostenibilidad ambiental, involucrando a la comunidad en el cuidado de los animales y promoviendo el diálogo sobre biodiversidad.
La exdirectora general de la Unión de Museos de Tbilisi, Nini Sanadiradze, fue honrada por sus prácticas museísticas audaces y su dedicación a la conservación del patrimonio cultural georgiano. El próximo año, los premios se celebrarán en Euskararen Etxea en Bilbao.