El mundo actual consume más recursos que los capaces de ser generados por el planeta Tierra. No sé si conocerás el estudio que decía que si todos consumiésemos como un habitante de Estados Unidos serían necesarios tres planetas como la Tierra. El mundo tecnológico peca muy a menudo de sobreestimar las capacidades del planeta.
Este tema no es para nada nuevo y desde hace algún tiempo han venido proliferando asociaciones y movimientos relacionados con las obsolescencia programada y el derecho a las reparaciones. ¿Por qué un equipo puede dejar de ser funcional si sigue cumpliendo sus funciones? Con esto no se pide que se frene el desarrollo tecnológico, sino que se realiza de una forma mucho más racional.
En la tecnología el ejemplo más claro son los teléfonos móviles, cuyas mejoras han dejado obsoletos millones de teléfonos en tiempo récord. En el campo de los ordenadores es muy importante diferenciar cuando un equipo es realmente obsoleto a cuando por marketing, nos hacen creer que determinados equipos están obsoletos.
Los ordenadores de segunda mano son claro ejemplo de tecnología perfectamente usable en el día a día, con la única diferencia de que antes han tenido otro dueño. Hoy en día gran parte de las actualizaciones se realizan vía software, mediante descargas, muchas veces automáticas, de versiones mejoradas de programas. Esta manera de mantener los equipos actualizados implica no tenemos necesidad de gastar grandes sumas de dinero en equipos ultramodernos, ya que podremos realizar prácticamente lo mismo con un ordenador con un par de años a sus espaldas.
La electrónica no suele sufrir muchos desperfectos con el paso de los años, esto permite garantizar la fiabilidad de los componentes de segunda mano prácticamente como si fuesen nuevos. La única diferencia la encontramos en las mejoras en potencia, usabilidad y características que vuelve los equipos menos competitivos. Sin embargo esto último se ha visto frenado por la irrupción de los móviles y tablets, que han provocado cada vez menos cambios en el sector del PC así como motivos técnicos. Los motivos técnicos tienen que ver con la famosa Ley de Moore y de que el tamaño de los chips ya es tan pequeño que se están empezando a topar con problemas relacionados con la física cuántica.
Cuando compres un ordenador de segunda mano, eso sí, tendrás que tener en cuenta varios aspectos. Es importante asegurarse de que el ordenador no contiene datos del anterior usuario, no solo para proteger la privacidad de su antiguo dueño sino que tendremos una experiencia mucho más fluida y satisfactoria en el sistema operativo. Otro aspecto a tener en cuenta es el uso del disco duro, la pieza del ordenador que puede dar problemas antes. Con los discos actuales no es frecuente que ocurra, pues llegan a aguantar más de 15 años de uso diario pero siempre es recomendable comprobar su estado para evitar desagradables sorpresas.
Con la compra de equipos de segunda mano no solo ayudas a tu bolsillo, que siempre se agradece, sino que aportas tu granito de arena en la conservación del planeta.