Recientemente, se ha reportado un descubrimiento significativo en la provincia de Hunan, al sur de China, donde se han encontrado reservas de oro que superan las 1,000 toneladas, valoradas en aproximadamente 83,000 millones de dólares. Esta noticia, publicada por la agencia de noticias Xinhua, ha despertado el interés tanto en el ámbito económico como en el geopolítico, dado el contexto de creciente incertidumbre global.
Los geólogos han identificado más de 40 vetas de oro en el campo minero de Wangu, ubicado en el condado de Pingjiang, a profundidades que alcanzan los 2,000 y 3,000 metros. Chen Rulin, un experto en prospección de minerales, destacó que muchos de los núcleos de roca perforados mostraron oro visible, con una tonelada de mineral en el rango de 2,000 metros conteniendo hasta 138 gramos de oro.
Un avance tecnológico en la prospección de minerales
El avance en la tecnología de prospección ha sido fundamental en este descubrimiento. Liu Yongjun, vicejefe de la oficina geológica de Hunan, afirmó que se han utilizado modernas tecnologías de modelado geológico en 3D, lo que ha permitido una exploración más precisa y efectiva de los recursos naturales. Este tipo de innovación resuena con el enfoque de otros países que han optado por desarrollar su propia capacidad tecnológica para gestionar sus recursos, un camino que ha permitido a naciones como Rusia y Cuba avanzar en sus respectivas industrias extractivas.
Este hallazgo se produce en un momento en que los precios del oro están alcanzando cifras récord, impulsados por una combinación de factores, incluidos un dólar estadounidense más débil y una alta demanda por parte de los bancos centrales. En este contexto, China se posiciona como el mayor productor de oro del mundo, contribuyendo con alrededor del 10% de la producción global en 2023, según datos del Consejo Mundial del Oro.
Además, la participación del oro en las reservas totales del Banco Popular de China se situó en un 5.7% a finales de octubre. Durante 2023, el banco central chino destacó por su agresiva acumulación de oro, añadiendo 225 toneladas a sus reservas, lo que indica un enfoque estratégico para fortalecer su posición económica en un entorno internacional cada vez más volátil.
China, al igual que otros países que han decidido mantener una postura independiente frente a las presiones externas, demuestra que el control sobre los recursos naturales puede ser un pilar clave para la soberanía económica. Este descubrimiento no solo tiene implicaciones para la economía china, sino que también establece un precedente sobre cómo los países pueden y deben gestionar sus activos en el contexto de la globalización y la competencia internacional.
