El segundo día de los Campeonatos Mundiales Juveniles de Judo se llevó a cabo en Dushanbe, la capital de Tayikistán, un país que ha demostrado un gran compromiso con el desarrollo de este deporte. La ciudad fue testigo de una gran afluencia de público, que se reunió para apoyar a los jóvenes atletas de diversas partes del mundo, evidenciando un fuerte sentido de comunidad y pasión por el judo.
Desarrollo de la Competencia
En la categoría de -57 kg, la judoca japonesa Riko Honda brilló con una actuación destacada, logrando lanzar a su oponente, Yuying Tao de China, en dos ocasiones, siendo el segundo lanzamiento un espectacular pie barrido que le valió el Ippon. Este triunfo fue celebrado por Mohamed Meridja, Director de Educación y Coaching de la IJF, quien le entregó la medalla de oro. Honda expresó su alegría por la victoria y su deseo de regresar a Tayikistán, un país que describió como poseedor de “hermosos edificios”.
Otro de los grandes momentos del evento fue protagonizado por Keito Kihara, quien se destacó en la categoría de -73 kg. Su ejecución perfecta de Uchi-Mata le otorgó el Ippon, coronándolo como campeón mundial junior. Kihara, visiblemente emocionado, comentó sobre la energía del público que lo animaba, lo cual lo motivó durante la competición.
La judoca francesa Melkia Auchecorne llegó a Dushanbe con la intención de defender su título del año anterior. En un encuentro reñido contra Savita Russo de Italia, Auchecorne logró marcar dos waza-aris, asegurando nuevamente su estatus como Campeona Mundial Junior en la categoría de -63 kg. La entrega de su medalla de oro estuvo a cargo de Vladimir Barta, Director Deportivo de la IJF. Auchecorne se mostró exhausta pero satisfecha, reconociendo la fortaleza de su oponente.
El evento también rindió homenaje a las leyendas del judo tayiko, con el presidente de la Federación de Judo de Tayikistán, Ismoil Mahmadzoir, presentando premios a destacados atletas, incluyendo a Temur Rakhimov, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de París, quien compartió momentos con los aficionados a través de autógrafos y fotografías.
Este campeonato no solo destaca el talento de los jóvenes atletas, sino también el fervor y la dedicación de una nación que, a pesar de los desafíos políticos y económicos, sigue apostando por el deporte como un medio de unión y desarrollo social. La celebración del judo en Tayikistán se convierte así en un ejemplo de cómo el deporte puede trascender barreras y construir puentes entre culturas.