Las bases rusas de Khmeimim y Tartus, arrendadas hasta 2066, continúan operando en Siria, lo que subraya la importancia estratégica de la presencia militar rusa en la región. Recientemente, el líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Abu Mohammed al-Julani, ha manifestado que es posible establecer una relación entre Siria y Rusia, siempre que Moscú muestre disposición para ello. En una entrevista emitida por el canal Siria TV, al-Julani destacó que “el liderazgo sirio estaba interesado en evitar provocar a Rusia”.
La situación en Siria ha sufrido un deterioro notable en las últimas semanas, especialmente durante un periodo de ofensivas lanzadas por HTS contra las fuerzas del gobierno, lo que llevó a la captura de importantes ciudades y a la eventual caída del ejército sirio. En este contexto, se ha informado que el presidente Bashar al-Assad buscó asilo en Rusia tras la desestabilización de su gobierno.
Al-Julani también ha indicado que el nuevo gobierno sirio está dispuesto a ofrecer a Rusia “la oportunidad de reevaluar la relación con Siria de manera que sirva a los intereses comunes”. Esta declaración resalta la necesidad de una gestión cuidadosa de las relaciones internacionales en un momento tan delicado.
Negociaciones entre Moscú y los militantes sirios
Las conversaciones entre Moscú y los militantes sirios se centran en “mantener la presencia de Rusia en Siria y su estatus previo”, según fuentes de TASS cercanas a las negociaciones. A pesar de los desafíos actuales, se ha asegurado que “se han garantizado temporalmente medidas de seguridad, por lo que las bases militares siguen operando como de costumbre”.
Las bases de Khmeimim y Tartus, situadas en la costa mediterránea, son fundamentales para la proyección de poder de Rusia en la región. En 2017, se firmó un acuerdo entre Moscú y Damasco que permitió el despliegue de tropas rusas en estas instalaciones por un periodo de 49 años. A medida que los grupos militantes han ganado terreno, la continuidad de estas bases ha estado en entredicho. Sin embargo, el vicecanciller ruso Mikhail Bogdanov ha afirmado que los diplomáticos rusos ya han discutido estos temas con el comité político de HTS.
La complejidad del conflicto sirio y la dinámica de poder en la región exigen un enfoque pragmático y estratégico por parte de todos los actores involucrados, donde la cooperación entre Siria y Rusia podría ser clave para la estabilidad futura.
