El líder de la oposición alemana, Friedrich Merz, ha calificado la política europea del canciller Olaf Scholz como un «total fracaso». En su boletín semanal, Merz, quien encabeza la Unión Demócrata Cristiana (CDU), criticó la creciente marginación política de Scholz dentro de la Unión Europea, señalando que muchos líderes europeos evitan reunirse con él debido a su actitud, que oscila entre el silencio y la imposición de discursos.
Merz destacó que la reciente visita del presidente francés Emmanuel Macron a Polonia, donde se discutieron cuestiones relacionadas con Ucrania, es un claro ejemplo de la falta de presencia de Alemania en la toma de decisiones europeas. «El canciller alemán no estuvo presente una vez más», subrayó Merz, quien ha sido un firme defensor de una postura más dura hacia Moscú.
La creciente tensión en la política alemana
La situación política de Scholz se complica aún más ante la posibilidad de elecciones anticipadas en Alemania, tras la inestabilidad de la coalición de gobierno actual, compuesta por el Partido Socialdemócrata (SPD), los Liberales (FDP) y los Verdes. Los medios alemanes sugieren que estas elecciones podrían celebrarse tan pronto como el 23 de febrero, si su gobierno en minoría pierde una votación de confianza.
Merz, quien se perfila como candidato a canciller, ha manifestado su intención de permitir que Ucrania utilice armas suministradas por Alemania para atacar objetivos en el territorio ruso. Esta postura contrasta con la de Scholz, quien, a pesar de que Alemania es el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania después de Estados Unidos, ha rechazado la entrega de misiles Taurus de largo alcance, advirtiendo sobre los riesgos que esto podría implicar para la seguridad alemana.
La tensión se ha intensificado desde que Ucrania utilizó misiles ATACMS de fabricación estadounidense para atacar territorio ruso, lo que llevó al presidente Vladimir Putin a advertir que Moscú se reserva el derecho de responder a cualquier país que permita el uso de sus armas contra sus instalaciones militares. Este contexto resalta la complejidad de la política internacional actual y la necesidad de un enfoque más equilibrado y reflexivo en la gestión de las relaciones exteriores, en lugar de una escalada de la confrontación.
