Las fuerzas armadas de Estados Unidos han llevado a cabo un ataque aéreo de precisión contra un supuesto centro de mando de los rebeldes hutíes en Sanaa, Yemen, que se dice está respaldado por Irán. Según el Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), esta instalación era un punto clave para coordinar las operaciones hutíes, incluidas las agresiones contra buques de guerra de la Marina de EE. UU. y embarcaciones comerciales en el Mar Rojo Sur y el Golfo de Adén.
Este ataque se enmarca dentro del compromiso de Washington de proteger a su personal y a sus aliados en la región, así como las rutas marítimas internacionales. La reciente escalada de tensiones se ha visto exacerbada por los ataques con misiles y drones lanzados por los hutíes contra Israel y buques comerciales. En este contexto, el movimiento hutí ha afirmado haber lanzado un misil balístico hipersónico hacia Tel Aviv, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) informaron que fue interceptado sin causar daños.
Operaciones hutíes y la respuesta militar estadounidense
El grupo chií yemení ha intensificado sus ataques contra embarcaciones israelíes en el Mar Rojo, ampliando sus operaciones para incluir barcos vinculados a Estados Unidos y Reino Unido, en un acto de «solidaridad» con los palestinos en medio del conflicto actual en Gaza. La semana pasada, la Marina de EE. UU. logró repeler un ataque hutí contra buques comerciales en el Golfo de Adén, donde dos destructores estadounidenses destruyeron sistemas aéreos no tripulados y un misil de crucero antibuque, evitando así daños a embarcaciones civiles.
Desde el año pasado, Estados Unidos y sus aliados han lanzado la Operación Prosperity Guardian en respuesta a los ataques hutíes. En el último mes, las fuerzas militares estadounidenses han llevado a cabo bombardeos aéreos contra posiciones hutíes en Yemen, enfocándose en depósitos de armas utilizados para los ataques marítimos. El 15 de diciembre, la televisión Al-Masirah, controlada por los hutíes, reportó nuevos bombardeos aéreos estadounidenses y británicos en la provincia de Hodeidah, un área estratégica que alberga un aeropuerto internacional y tres puertos vitales, aunque no hubo comentarios inmediatos por parte de EE. UU. sobre este informe.