La carrera de Adam Brody, conocido por su papel de Seth Cohen en The O.C., ha experimentado un notable resurgir dos décadas después de que se convirtiera en un ícono para muchas mujeres millennials. A sus 45 años, el actor ha vuelto a conquistar al público con su interpretación del rabino Noah Roklov en Nobody Wants This, una serie de comedia romántica que se estrenó en Netflix en septiembre y que rápidamente ha alcanzado el estatus de fenómeno de streaming.
En la serie, Brody interpreta a un atractivo rabino que se enamora de Joanne, un personaje interpretado por Kristen Bell, quien es una podcaster de sexo y atea. La trama ha sido elogiada por su capacidad de revitalizar el género de la comedia romántica y ha sido nominada a un Globo de Oro en la categoría de Mejor Serie de Televisión — Musical o Comedia.
Los aficionados han comparado a Roklov con una versión «madura» de Seth Cohen, pero Brody ha expresado su desacuerdo con estas comparaciones. En una reciente entrevista, afirmó: “No creo que Seth Cohen hubiera sido un rabino”, subrayando así la evolución de su carrera y su personaje actual.
La ironía de que Brody protagonice una serie titulada Nobody Wants This radica en que, en la realidad, parece que muchas personas sí lo quieren. Desde el lanzamiento de la serie, ha sido objeto de numerosos perfiles en medios como GQ e InStyle, y su popularidad ha crecido exponencialmente. Brody ha sido incluido en la lista de la revista People como uno de los hombres más sexys del año 2024 y ha sido calificado por Vogue como “el crush definitorio de los millennials”.
El atractivo de Brody radica en su imagen accesible y familiar, que evocan recuerdos de la juventud de muchos. Según Jane Owen, fundadora de Jane Owen Public Relations, “buscamos a alguien que nos haga sentir seguros, que nos haga sentir vistos. Es guapo de una manera accesible, como el chico que podría haber estado en tu escuela”. Esta conexión emocional se traduce en un respaldo significativo por parte del público.
El año 2024 ha sido particularmente favorable para varios actores que fueron íconos de series adolescentes en los años 2000. Además de Brody, otros como Joshua Jackson y Chad Michael Murray también han regresado a la pantalla con nuevos proyectos, lo que ha generado un renovado interés por sus carreras. Este fenómeno ha sido analizado por expertos que sugieren que los millennials, en su proceso de maduración, buscan reconectarse con figuras de su pasado que les brindan nostalgia y comodidad.
A pesar de no tener cuentas activas en redes sociales, Brody ha logrado mantener una presencia significativa en línea, siendo uno de los actores más buscados en Google en 2024. La plataforma TikTok ha visto un aumento en la creación de contenido relacionado con su carrera, desde montajes de sus personajes hasta videos de sus mejores momentos, fortaleciendo su conexión con un público que sigue buscando una relación más cercana con sus ídolos.
Meyers, una investigadora de cultura de celebridades, señala que la cultura de las redes sociales ha cambiado la forma en que los fans se relacionan con sus ídolos. “No solo queremos ver a los actores en pantalla, sino también en su ‘vida real’”, comenta, destacando cómo las plataformas digitales permiten a los fans interactuar de una manera más significativa con el contenido de sus celebridades favoritas.
La evolución de la cultura de las celebridades es evidente en la creciente demanda de autenticidad, donde los fans desean ver el lado más humano de sus ídolos. Esta tendencia, impulsada por el auge de influencers y figuras digitales, ha llevado a un cambio en la percepción sobre lo que significa ser una celebridad en la actualidad.
El futuro de Brody parece prometedor, con una segunda temporada de Nobody Wants This en camino y la posibilidad de recibir un Globo de Oro. Su trayectoria refleja una conexión profunda con un público que busca historias de redención y autenticidad en un mundo cada vez más digital.
