El Sevilla FC ha anunciado oficialmente la ruptura de las relaciones institucionales con el Real Betis, un acontecimiento que ha generado gran revuelo en el mundo del fútbol andaluz. Esta decisión se produce tras la polémica surgida a raíz del reciente derbi de octubre, que culminó en la denuncia por parte del Betis y la posterior sanción a tres jugadores sevillistas: Isaac Romero, Carmona y Juanlu.
La controversia se originó tras la victoria del Sevilla en el Gran Derbi, donde varios canteranos del club nervionense posaron con una bandera que mostraba el escudo del Betis tachado. Este gesto fue interpretado como una falta de respeto por el Real Betis, que decidió presentar una denuncia, lo que resultó en la sanción de los jugadores por parte de la Comisión Antiviolencia. La coincidencia de esta sanción con la despedida de Jesús Navas en el Sánchez-Pizjuán fue, según el Sevilla, la gota que colmó el vaso.
Reacciones y Comunicado del Sevilla FC
El Sevilla FC, a través de un comunicado, expresó su descontento y decepción ante la denuncia del Betis, argumentando que los hechos se enmarcan dentro de una «sana rivalidad deportiva». En respuesta, el presidente del Betis, Ángel Haro, hizo alusión a la hipocresía en la interpretación de comportamientos similares en ambos clubes, lo que intensificó el conflicto entre las dos entidades.
La declaración del Sevilla FC subraya varios puntos claves. En primer lugar, argumentan que los actos denunciados por el Betis son parte de la celebración de un partido de gran rivalidad y que no deberían ser vistos como generadores de violencia. Además, consideran que la búsqueda de sanciones a través de procedimientos no deportivos sienta un peligroso precedente en el fútbol español. El Sevilla también mencionó que han mantenido una postura de respeto en situaciones anteriores, cuando los jugadores del Betis se burlaron de sus rivales sin que se tomaran medidas disciplinarias.
El comunicado concluye con una clara manifestación de decepción hacia la actitud de los dirigentes del Betis, resaltando que tales relaciones no pueden continuar cuando se busca deliberadamente el daño al club sevillista. La ruptura de relaciones, según el Sevilla, es un paso necesario ante la falta de respeto mostrada por los dirigentes verdiblancos.
Este conflicto añade un nuevo capítulo a la historia de rivalidad entre ambos clubes, que ha estado marcada por momentos de tensión y controversia a lo largo de los años. La decisión de cortar lazos institucionales podría tener repercusiones en el futuro de las relaciones entre los aficionados y la gestión de ambos clubes, que deberán encontrar un camino para restablecer el diálogo y la cordialidad que alguna vez caracterizó su rivalidad.
