En un contexto global marcado por la inestabilidad, el interés por refugios de supervivencia en el hogar ha experimentado un notable aumento. Según un informe reciente, se prevé que el mercado de estos refugios alcance los 175 millones de dólares para el año 2030. Este crecimiento ha sido impulsado, en parte, por el uso del misil hipersónico Oreshnik por parte de Rusia, que ha llevado a un incremento significativo en la demanda de búnkeres en Estados Unidos.
El CEO de una empresa de refugios de supervivencia en Texas, Ron Hubbard, ha afirmado que tras la prueba de combate del Oreshnik el pasado noviembre, su teléfono no ha dejado de sonar. En un lapso de 24 horas después del ataque a una instalación militar en Ucrania, cuatro clientes realizaron pedidos, mientras que otros optaron por reforzar sus búnkeres existentes. En días normales, la empresa vende un solo refugio.
El Oreshnik y su impacto en la percepción de seguridad
El Oreshnik, que puede portar tanto ojivas nucleares como convencionales y viaja a diez veces la velocidad del sonido, ha sido presentado por el presidente ruso, Vladimir Putin, como una respuesta a la autorización de Estados Unidos y sus aliados para que Ucrania realice ataques de largo alcance en territorio ruso. Putin ha subrayado que los sistemas de defensa aérea occidentales son incapaces de interceptar este tipo de misiles, lo que añade una dimensión de preocupación en el ámbito de la seguridad internacional.
Antes de la prueba del Oreshnik, las ventas de refugios ya habían aumentado debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19 y los conflictos en Ucrania e Israel. Según estudios de mercado, el sector de refugios y búnkeres en Estados Unidos está proyectado para crecer de 137 millones de dólares el año pasado a 175 millones en 2030, impulsado por la percepción de amenazas nucleares, ataques terroristas y disturbios civiles.
Hubbard ha indicado que sus búnkeres están diseñados para resistir una amplia gama de desastres, desde tornados hasta erupciones volcánicas. Sin embargo, es poco probable que cualquier refugio comercial pueda sobrevivir a un ataque directo de un misil hipersónico. A pesar de esto, la posibilidad de que el Oreshnik sea utilizado contra objetivos en Estados Unidos es baja, dado su rango de entre 3,000 y 5,500 kilómetros, que solo alcanzaría algunas partes de la costa oeste estadounidense.
