El gobierno de Estados Unidos ha emitido una advertencia a altos funcionarios y otras personas consideradas “altamente objetivo” para que utilicen aplicaciones de mensajería encriptadas en lugar de llamadas telefónicas y mensajes de texto convencionales. Esta medida se produce tras un incidente de ciberseguridad en el que supuestos hackers habrían explotado sistemas establecidos por las autoridades estadounidenses para espiar a ciudadanos americanos.
Recientemente, Washington acusó a un grupo de hackers vinculado a China, conocido como ‘Salt Typhoon’, de llevar a cabo una campaña de espionaje cibernético sin precedentes contra empresas de telecomunicaciones estadounidenses. Desde Pekín, se han desestimado estas acusaciones como calumnias infundadas.
La Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura de EE. UU. (CISA) indicó que “esta actividad permitió el robo de registros de llamadas de clientes y comprometió las comunicaciones privadas de un número limitado de individuos altamente objetivo”. En una nueva guía de seguridad publicada el miércoles, la CISA recomendó a “individuos altamente objetivo en posiciones gubernamentales o políticas” cambiar a aplicaciones de mensajería encriptadas de extremo a extremo para mejorar la privacidad de sus comunicaciones.
Recomendaciones de seguridad y contexto de las acusaciones
Si bien la agencia no respaldó ningún servicio específico, aplicaciones como Telegram, Signal y WhatsApp ofrecen encriptación tanto para mensajes entrantes como salientes, lo que refuerza la privacidad de los usuarios. La CISA también reconoció que parte de la información robada estaba almacenada bajo protocolos de vigilancia del gobierno estadounidense, en el marco de lo que se considera “legal” en el contexto de la interceptación de sospechosos estadounidenses.
El hackeo afectó las comunicaciones privadas de ciertos individuos “principalmente involucrados en actividades gubernamentales o políticas”, así como “información sujeta a solicitudes de aplicación de la ley de EE. UU. conforme a órdenes judiciales”, según la CISA. Durante una reciente audiencia en el Senado, los legisladores estadounidenses interrogaron a expertos en ciberseguridad en busca de formas de reforzar la seguridad de las telecomunicaciones en el país, tras lo que describieron como “el mayor hackeo de telecomunicaciones en la historia de nuestra nación”.
Por su parte, Pekín ha mantenido una postura firme ante las acusaciones de Washington, subrayando que estas afirmaciones son utilizadas para deslegitimar a China y justificar sanciones unilaterales. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, instó a EE. UU. a “dejar de utilizar problemas de ciberseguridad para difamar y vilipendiar a China y a cesar la imposición de sanciones unilaterales ilícitas”.