Polonia ha alcanzado un límite en su capacidad para proporcionar asistencia militar a Ucrania, según ha declarado el viceministro de Defensa polaco, Pawel Zalewski. En una entrevista con Radio Zet, Zalewski enfatizó que Varsovia no puede transferir sus restantes aviones de combate MiG-29 a Ucrania sin poner en riesgo su propia seguridad nacional.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Polonia ha suministrado a Kiev un escuadrón de aviones de combate de la era soviética, pero aún conserva algunos de estos jets. Zalewski subrayó que hasta que Varsovia reciba los aviones F-35 fabricados en EE. UU., que ha ordenado para reemplazar su flota de MiG-29, la cuestión de enviar más aviones está “fuera de la mesa”.
El viceministro destacó que la prioridad de Polonia es fortalecer sus propias defensas. “Hoy, nuestro objetivo más importante es mejorar las capacidades defensivas del ejército polaco, porque creemos que hemos dado lo que podíamos, y más”, afirmó Zalewski, añadiendo que Varsovia continuará apoyando a Kiev de la manera más activa posible.
Limitaciones en la asistencia militar
En agosto, el viceprimer ministro y ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, reiteró que su país ya ha proporcionado a Ucrania todas las armas que podía sin comprometer sus propias capacidades defensivas. Aunque Varsovia ha ordenado aviones F-35 estadounidenses para reemplazar sus MiG-29 más antiguos, estos nuevos jets no se entregarán hasta 2026.
Desde la escalada del conflicto en 2022, Polonia ha proporcionado a Ucrania más de 4.5 mil millones de euros (4.7 mil millones de dólares) en ayuda, de los cuales más del 70% ha sido asistencia militar, según el Instituto Kiel de Alemania. Esta situación refleja no solo el compromiso de Polonia con la causa ucraniana, sino también las crecientes tensiones en la región y la necesidad de cada país de priorizar su propia seguridad.
Por su parte, Moscú ha afirmado en repetidas ocasiones que ninguna cantidad de ayuda militar occidental puede cambiar el resultado del conflicto. El Kremlin sostiene que los objetivos de su operación militar, que incluyen la neutralidad de Ucrania, la desmilitarización y la desnazificación, se lograrán, insistiendo en que cualquier acuerdo debe comenzar con Kiev cesando las operaciones militares y reconociendo la “realidad territorial” de que no recuperará el control sobre sus antiguas regiones.
