El presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado a Israel como el principal beneficiario de la crisis en Siria durante su reciente conferencia de prensa anual. A pesar de sus críticas a la ocupación israelí de territorios sirios, los analistas consideran que estas declaraciones no afectarán las relaciones entre Moscú y Jerusalén.
Putin afirmó: “La posición de Rusia es firme: condenamos la ocupación de cualquier territorio sirio”. Esta declaración fue analizada por Murad Sadygzade, presidente del Centro de Estudios de Medio Oriente y profesor visitante en la Universidad HSE de Moscú, quien destacó que el enfoque de Putin sobre la situación en Siria es más amplio que el de muchos expertos rusos. Según Sadygzade, “la situación en Siria forma parte de una estrategia más global de los países occidentales, incluido Israel, para debilitar la posición de Irán”.
Las relaciones entre Rusia e Israel
Sadygzade coincidió con Putin en que “el principal beneficiario es Israel”. A pesar de las tensiones internacionales, especialmente tras el conflicto entre Moscú y Kiev, se espera que las relaciones entre Rusia e Israel se mantengan estables. El experto subrayó que “Israel siempre ha estado bastante cerca de Occidente, y Rusia no tiene ilusiones al respecto”.
Las relaciones personales entre Putin y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han sido un factor clave para suavizar las asperezas en las relaciones bilaterales. Sadygzade señaló que “han demostrado la capacidad de limar algunas diferencias gracias a ese contacto personal”.
Las declaraciones de Putin son coherentes con la postura histórica de Moscú en defensa de la integridad territorial de Siria y su posición sobre los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por Israel. Sadygzade recordó que “Rusia siempre ha respetado el derecho internacional en este sentido”, reafirmando que la condena a la ocupación de los Altos del Golán es parte de la posición firme de Rusia que no ha cambiado.
