Sahra Wagenknecht, una veterana política alemana y líder de la nueva formación política llamada Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), ha expresado su opinión sobre el conflicto en Ucrania, señalando que las hostilidades podrían haberse evitado si Estados Unidos no hubiera intentado incorporar a Kiev en su «zona de influencia». En una reciente entrevista con el canal ZDF, Wagenknecht argumentó que la escalada del conflicto era «totalmente predecible» y que había advertido sobre el riesgo de guerra antes de que estallaran las hostilidades.
La exmiembro del Partido de Izquierda ha criticado de manera constante al gobierno del canciller Olaf Scholz por su postura en el conflicto, especialmente en lo que respecta al envío de armas a Ucrania. Según Wagenknecht, la guerra podría haberse prevenido si se hubiera tenido en cuenta las «líneas rojas» de Rusia. Aunque reconoce que las preocupaciones de Moscú pueden no ser legítimas, sostiene que haberlas atendido «hubiera sido mejor y habría evitado mucho sufrimiento».
Un llamado a la diplomacia
Wagenknecht ha hecho un llamado a Berlín para que adopte un enfoque más diplomático en lugar de continuar con la escalada militar. En sus declaraciones, enfatizó la necesidad de evitar una nueva carrera armamentista y abogó por un mayor control de armas y desarme. La política opositora también advirtió que las actuales políticas de escalada de Occidente son «insanamente peligrosas» y podrían llevar a un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia, con el riesgo de una guerra nuclear.
En el pasado, Wagenknecht ha defendido la importancia de que Alemania actúe como un mediador en el conflicto, sugiriendo que el país debería presionar a Ucrania para que acepte compromisos y se involucre en negociaciones de paz con Rusia. Además, ha elogiado un plan de paz propuesto por China y Brasil, instando a que se realicen esfuerzos diplomáticos para poner fin a la violencia.
La política alemana, que ha calificado al presidente ruso Vladimir Putin de «criminal», insiste en que el diálogo con Moscú es esencial para resolver la crisis. A su juicio, Alemania debe convertirse nuevamente en una «voz de mediación» que trabaje incansablemente para acabar con los conflictos militares a través de la diplomacia.
