Transistores que Memorizan: Un Avance en la Tecnología Electrónica
Un equipo de científicos de materiales de la Universidad Johns Hopkins ha realizado un descubrimiento inesperado que podría transformar la forma en que se concibe la memoria en los dispositivos electrónicos. Mediante modificaciones en los materiales utilizados en interruptores lógicos basados en materiales orgánicos, conocidos como transistores, han creado un nuevo tipo de memristor. Estos dispositivos son capaces de recordar estados de carga anteriores cuando se les aplica una corriente, lo que sugiere el potencial para desarrollar sistemas de memoria electrónica que emulen el funcionamiento del cerebro humano. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista *Advanced Functional Materials*.
El objetivo inicial del equipo era comprender el proceso que ocurre durante la carga de los transistores, como explica Riley Bond, estudiante de posgrado y miembro del equipo. Su interés se centró en identificar dónde se almacena la carga en estos dispositivos y en mejorar sus capacidades generales de carga, asegurando que no se produjeran cortocircuitos al agregar voltaje. Bajo la dirección del profesor Howard Katz, se introdujo una molécula denominada dibenzo tetratiafulvaleno (DBTTF) en los transistores. Esta molécula forma cristales dentro de la capa aislante del transistor, donde se predecía que se almacenaría la carga. Tras inyectar una pequeña corriente en el transistor modificado, el equipo observó un efecto inesperado: el transistor mantuvo su carga anterior, demostrando una capacidad de recordar que actúa como un memristor.
La capacidad de los memristores para retener cargas anteriores se asemeja a cómo el cerebro humano forma recuerdos, señala Bond. Al crear nuevos recuerdos, se forman nuevas sinapsis dentro de las neuronas, y estos cambios pueden ser medidos. De manera similar, los memristores ajustan su corriente en función de voltajes previos, lo que podría revolucionar la manera en que las computadoras gestionan datos, mejorando su eficiencia y capacidad de aprendizaje. Además, esta tecnología podría abordar preocupaciones relacionadas con las estrategias de almacenamiento de datos, que actualmente consumen grandes cantidades de energía. Cada gigabyte de datos almacenados en la nube se basa en 48 mil millones de transistores, ubicados en enormes instalaciones. La implementación de memristores podría reducir significativamente la cantidad de transistores necesarios, aumentando la eficiencia de los ordenadores y disminuyendo tanto el consumo de energía como la necesidad de espacio físico.
A medida que avanzan en su investigación, el equipo está explorando otros transistores que han probado, buscando comportamientos de memristor y evaluando si podrían ser utilizados en esta nueva tecnología. Con este enfoque, los científicos de la Universidad Johns Hopkins están abriendo nuevas fronteras en el campo de la electrónica y la memoria, con el potencial de revolucionar la forma en que se diseñan y utilizan los dispositivos electrónicos en el futuro.