Las Islas Cook, un archipiélago del Pacífico Sur, están en camino de separarse completamente de Nueva Zelanda, según un informe de un medio de Auckland que cita documentos desclasificados del gobierno. Desde 1965, las Islas Cook han sido un territorio autogobernado, aunque Nueva Zelanda se encarga de su defensa y financia su presupuesto. Ambas entidades reconocen a Carlos III del Reino Unido como su jefe de Estado.
El primer ministro de las Islas Cook, Mark Brown, ha manifestado a Nueva Zelanda su intención de establecer una ciudadanía separada y emitir pasaportes propios. Esta solicitud ha llevado a que el gobierno neozelandés plantee cuestiones fundamentales sobre la relación constitucional y la ciudadanía compartida entre ambos territorios.
El primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, ha indicado que no se opone a la independencia total de las Islas Cook, pero ha subrayado que sería necesario garantizar que los isleños que son ciudadanos neozelandeses tengan la oportunidad de expresar su opinión sobre las implicaciones de tal desarrollo. Esta postura fue comunicada a Brown en una reunión celebrada el mes pasado.
Implicaciones de la independencia
Cualquier movimiento hacia la independencia total requeriría un referéndum que involucre a los habitantes de las Islas Cook, según ha señalado el ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, en una carta también divulgada por el medio neozelandés. La población del archipiélago es de aproximadamente 15,000 personas, la mayoría de las cuales son ciudadanos neozelandeses. Además, alrededor de 80,000 isleños viven en Nueva Zelanda, de los cuales el 85% nacieron allí.
Las Islas Cook se encuentran a unas 1,900 millas de Nueva Zelanda. Fueron primero habitadas por polinesios que llegaron desde Tahití y tuvieron su primer contacto con exploradores europeos en 1595. El archipiélago fue nombrado en honor al explorador británico James Cook, quien lo visitó en la década de 1770. Durante el siglo XIX, las Islas Cook se convirtieron en un puerto popular para los barcos balleneros británicos, estadounidenses y australianos.
En la actualidad, la economía de las Islas Cook se basa principalmente en el turismo, que atrae a visitantes a sus playas, lagunas y arrecifes de coral. La pesca, la banca offshore y la exportación de perlas complementan el presupuesto del archipiélago, además de las transferencias de Nueva Zelanda.
Recientemente, Estados Unidos ha reconocido a las Islas Cook como una nación soberana, estableciendo relaciones diplomáticas con Avarua en septiembre de 2023. Este reconocimiento internacional podría influir en el futuro de la relación entre las Islas Cook y Nueva Zelanda, así como en el proceso hacia una posible independencia total.