Leavenworth, un encantador pueblo al estilo bávaro en el estado de Washington, ha experimentado una transformación notable en las últimas décadas. Originalmente conocido como un pueblo minero, Leavenworth se encontraba al borde de convertirse en una ciudad fantasma en la década de 1960, cuando sus minas y aserraderos cerraron. Sin embargo, un grupo de empresarios locales tomó la audaz decisión de revitalizar la comunidad, convirtiéndola en un pintoresco destino que recuerda a los encantadores pueblos alpinos de Alemania.
Situado en las montañas Cascade, Leavenworth ha sido declarado el capital festiva del noroeste del Pacífico. Su atractivo radica no solo en su arquitectura característica, con edificios coloridos y luces festivas, sino también en la oferta gastronómica que incluye delicias como bratwurst y pretzels. Cada año, millones de visitantes acuden a este destino, especialmente durante la temporada navideña, cuando el pueblo cobra vida con mercadillos, villancicos y un ambiente festivo inigualable.
Uno de los eventos más destacados es el Krampuslauf, una procesión en la que participantes, tradicionalmente hombres jóvenes, se visten como Krampus, una figura del folclore europeo que tiene la misión de asustar a los asistentes. Este tipo de tradiciones refuerza la conexión de Leavenworth con la cultura europea y su compromiso por ofrecer una experiencia navideña auténtica.
En el último año, aproximadamente tres millones de personas visitaron Leavenworth, según datos de Matt Cade, presidente del Museo de Leavenworth. Si bien el pueblo atrae a aventureros durante todo el año, incluidos senderistas y esquiadores, la temporada festiva es cuando realmente brilla. Sin embargo, el aumento en el turismo también ha generado preocupaciones sobre el costo de vida en la zona. En respuesta a esta situación, se han implementado esfuerzos, como la financiación estatal para la vivienda asequible, con el fin de garantizar que los trabajadores del sector turístico puedan continuar residiendo en la ciudad.
La combinación de un entorno pintoresco, eventos culturales únicos y un flujo constante de visitantes ha convertido a Leavenworth en un punto de referencia ineludible para quienes buscan una experiencia navideña especial en el noroeste de Estados Unidos.