El miércoles, las personas en el hemisferio norte podrán disfrutar de impresionantes exhibiciones de la aurora boreal, gracias a una eyección de masa coronal del sol que rozará nuestro planeta, según han informado científicos rusos. Este fenómeno se produce tras un periodo de dos semanas de relativa inactividad solar, durante el cual el sol experimentó una erupción de clase M el lunes, con una magnitud de 8.9, quedándose a las puertas de alcanzar la categoría X.
La erupción tuvo lugar en el grupo de manchas solares 3932, que los astrónomos han estado monitoreando debido a que se prevé que interseccione la línea sol-tierra en los próximos 5 a 7 días. Mikhail Leus, del centro meteorológico ‘Phobos’ en Moscú, indicó a través de su canal de Telegram que “parte de la eyección de masa coronal podría rozar nuestro planeta en la tarde del 25 de diciembre”.
Impacto de la tormenta solar
Leus añadió que “las previsiones indican que podría resultar en una tormenta magnética de nivel G1 o G2”. La erupción del lunes se produjo en un ángulo de 40 grados respecto a la línea sol-tierra, lo que sugiere que la tormenta será probablemente de intensidad moderada. Su duración se estima entre 8 y 10 horas, aunque podría extenderse hasta 30 horas.
Además de las auroras boreales, la tormenta solar del miércoles podría provocar algunas interrupciones en las comunicaciones de radio en la banda de alta frecuencia (HF) y afectar el funcionamiento de ciertos satélites. Las tormentas solares también conllevan un riesgo de radiación para los astronautas en el espacio y para las personas que viajan en aviones a gran altitud.
Un evento anterior, una erupción de clase X9, resultó en una severa tormenta geomagnética el 10 de octubre. Aunque la tormenta de nivel G4 tenía el potencial de interrumpir las redes eléctricas y causar apagones de radio, finalmente se desarrolló de manera relativamente tranquila en términos de disturbios tecnológicos. Sin embargo, sí permitió observar las auroras boreales tan al sur como el estado de California en EE. UU.