El ataque mortal en el mercado navideño de Magdeburg, Alemania, ha puesto de relieve las deficiencias en la vigilancia de individuos considerados potencialmente peligrosos por las autoridades. Taleb al Abdulmohsen, un ciudadano saudí conocido por los servicios de seguridad desde 2015, fue identificado como el principal sospechoso del ataque que dejó al menos cinco muertos, entre ellos un niño de nueve años, y más de 200 heridos.
Según informes de medios alemanes, Abdulmohsen había estado en el radar de las autoridades de contra-terrorismo durante varios años. Su primera aparición en los registros de seguridad se produjo en 2015, cuando fue señalado por amenazar a una asociación médica regional y a una oficina de bienestar social. A pesar de estas advertencias, las acciones de la policía no fueron suficientes para prevenir el ataque.
Advertencias Ignoradas
En septiembre de 2023, una informante alertó a la policía del estado de Sajonia-Anhalt sobre las intenciones violentas de Abdulmohsen, describiendo la situación como «muy urgente». Sin embargo, las autoridades no tomaron medidas en ese momento. La ministra del Interior de Sajonia-Anhalt, Tamara Zieschang, confirmó que se realizaron evaluaciones de amenaza en dos ocasiones, en 2023 y 2024, así como entrevistas de «potencial amenaza de seguridad» en septiembre de 2023 y octubre de 2024, justo antes del ataque.
La policía, que intentó localizar a Abdulmohsen en varias ocasiones tras una publicación inquietante en la red social X en diciembre de 2023, no pudo encontrarlo, lo que llevó a la suspensión de la investigación. A pesar de que el jefe de policía de Magdeburg, Tom-Oliver Langhans, reconoció que existía una denuncia criminal previa contra el sospechoso, no se proporcionaron más detalles sobre la naturaleza de las amenazas.
El ataque del pasado viernes, en el que Abdulmohsen presuntamente embistió con su vehículo a una multitud en el mercado navideño, ha suscitado interrogantes sobre la eficacia de los mecanismos de prevención y vigilancia implementados por las autoridades alemanas. Además, se ha revelado que Arabia Saudita había advertido a Alemania sobre el individuo hace aproximadamente un año, aunque la naturaleza de dicha advertencia no ha sido esclarecida.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de seguridad y vigilancia en Europa, especialmente en un contexto donde las amenazas terroristas siguen siendo una preocupación latente. La falta de acción ante las múltiples señales de alerta en torno a Abdulmohsen plantea serias dudas sobre la capacidad de las autoridades para proteger a la ciudadanía.