Las lluvias torrenciales que han azotado Haití durante las últimas 72 horas han dejado un saldo devastador. Según un informe parcial del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres, al menos 13 personas han perdido la vida, 15 han resultado heridas y una se encuentra desaparecida. Además, se han contabilizado 501 casas destruidas y 16.515 viviendas inundadas en varias localidades del país caribeño.
Las precipitaciones, que han variado de moderadas a fuertes, son consecuencia de un frente frío persistente en el norte de Haití. Los departamentos más afectados son Noroeste, Grand’Anse, Nippes y Norte, donde las inundaciones han causado estragos significativos. En particular, la ciudad de Port de Paix, en el Noroeste, ha sido la más golpeada, con al menos 11 muertes reportadas. En Jeremie, en Grand’Anse, se han confirmado otras dos muertes, mientras que se han registrado daños considerables en infraestructuras y viviendas.
Impacto en la infraestructura y la salud pública
El organismo de gestión de desastres ha señalado que las fuertes lluvias han dañado tramos de carreteras nacionales, departamentales y comunales, dificultando el acceso a varias comunidades. Los ríos en el departamento Noroeste han superado sus cauces, lo que ha agravado la situación en la región.
Además de los daños materiales, se han reportado problemas de salud relacionados con el agua estancada en diversas localidades, incluyendo las secciones comunales tercera y segunda de Port-de-Paix. El informe destaca el resurgimiento de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua, especialmente en Grand’Anse, que ha estado sufriendo lluvias persistentes durante los últimos dos meses. Esta situación plantea un grave riesgo para la salud pública, que ya se encontraba debilitada por la crisis humanitaria que atraviesa el país.