Rusia ha iniciado el desarrollo de un nuevo gasoducto hacia China a través de Kazajistán, con una capacidad anual planificada de 45 mil millones de metros cúbicos (bcm), según ha declarado el viceprimer ministro Aleksandr Novak en una entrevista con el canal de televisión Rusia 24. Este proyecto se enmarca dentro de la creciente cooperación energética entre Moscú y Pekín, en un contexto marcado por las sanciones occidentales a Rusia.
Detalles del proyecto
El gasoducto permitirá que China reciba 35 bcm de gas al año, mientras que el resto, hasta 10 bcm, será destinado a Kazajistán. Novak subrayó la importancia estratégica de esta iniciativa durante las discusiones sobre la cooperación energética bilateral. “El proceso ha comenzado”, afirmó, añadiendo que se están llevando a cabo estudios de viabilidad técnica y económica, así como negociaciones para finalizar el marco del acuerdo.
El ministro de Energía de Kazajistán, Almasadam Satkaliyev, también ha confirmado el interés del país en el proyecto, destacando sus beneficios para el suministro energético nacional. “Kazajistán apoya plenamente este proyecto que abastecerá a nuestras regiones del norte”, declaró a los medios de comunicación.
Contexto económico y energético
China se ha consolidado como el principal socio comercial de Rusia, y la cooperación económica entre ambos países ha ido en aumento a pesar de las sanciones impuestas por Occidente. Se espera que el volumen de comercio bilateral supere los 200 mil millones de dólares a finales de este año, según el embajador ruso en China, Igor Morgulov.
Además, la empresa energética rusa Gazprom ha reportado un nuevo récord diario en las entregas de gas a China a través del gasoducto Power of Siberia. A partir de 2025, Rusia se compromete a suministrar 38 bcm de gas anuales a China bajo un acuerdo bilateral.
Este nuevo gasoducto no solo representa un avance en la infraestructura energética de Rusia y Kazajistán, sino que también refuerza la posición de China como un actor clave en el mercado energético global, en un momento en que las dinámicas geopolíticas están cambiando rápidamente.