La Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha informado sobre la detención de cuatro personas que supuestamente trabajaban para los servicios de inteligencia de Ucrania. Según la agencia de seguridad rusa, se han frustrado varios intentos de asesinato contra altos mandos militares, los cuales habrían sido orquestados por operativos ucranianos.
En un comunicado emitido el jueves, el FSB declaró que había “frustrado una serie de intentos de asesinato contra la vida de altos funcionarios militares que participan en la Operación Militar Especial y sus familias”, añadiendo que los ataques estaban siendo preparados por operativos de los servicios especiales ucranianos. Las autoridades rusas han detenido a cuatro ciudadanos rusos en relación con estos supuestos complots.
Uno de los detenidos habría llegado a Moscú desde Ucrania a través de Moldavia y Georgia el mes pasado, bajo la apariencia de un procedimiento de deportación. En un video de interrogatorio divulgado por el FSB, el sospechoso relata que él y su esposa se mudaron a Ucrania en 2020 “en busca de una vida mejor”. Sin embargo, pronto se encontraron con problemas económicos y acosos por parte de las autoridades de inmigración, lo que, según su testimonio, llevó a que oficiales de inteligencia ucranianos los contactaran y reclutaran para un plan de asesinato en Rusia.
Detalles de las Detenciones y los Complots
El FSB afirma que el individuo recuperó un dispositivo explosivo y equipo de videovigilancia de un escondite en la región de Moscú, y que su misión era colocar la bomba bajo el coche de un alto oficial militar ruso. Además, otro ciudadano ruso fue arrestado por realizar vigilancia sobre altos mandos militares rusos a instancias de los servicios especiales ucranianos. Dos personas más fueron detenidas tras recibir instrucciones de sus supuestos manipuladores ucranianos para entregar un dispositivo explosivo camuflado como un archivador a un alto funcionario militar ruso.
La declaración del FSB también menciona que se han iniciado varios casos penales, con los sospechosos enfrentándose a penas de cadena perpetua si son hallados culpables. En un caso separado, el miércoles, el Comité de Investigación de Rusia anunció la detención de siete personas, incluidos tres menores, que supuestamente estaban involucradas en un complot ucraniano para asesinar al director ejecutivo de una empresa de defensa ubicada en la región de Moscú.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, se han registrado varios asesinatos de figuras públicas que apoyan las acciones de Moscú, los cuales han sido atribuidos a las agencias de espionaje de Kiev. La semana pasada, el general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, y su asistente, murieron en una explosión en Moscú, con el sospechoso siendo apresado poco después.
