El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha solicitado a la Corte Suprema que retrase la implementación de una ley que prohibiría TikTok en el país, a menos que su empresa matriz china, ByteDance, lo venda a un comprador no chino. Esta solicitud se produce en un contexto en el que la aplicación ha impugnado la legislación, argumentando que infringe la libertad de expresión de más de 170 millones de estadounidenses que utilizan la plataforma y que la ley discrimina injustamente a TikTok.
La normativa está programada para entrar en vigor el 19 de enero de 2025, un día antes de la toma de posesión de Trump. Tras esta fecha, se prevé que las tiendas de aplicaciones y los servicios de internet en Estados Unidos enfrenten multas por alojar TikTok si no se lleva a cabo la venta. En un documento legal presentado recientemente, John Sauer, el futuro abogado general de Trump, argumentó que el momento de la prohibición interfiere con la capacidad de la nueva administración para abordar preocupaciones de seguridad y negociar una solución “política”. Sauer destacó que Trump considera la aplicación como un “medio único para la libertad de expresión, incluyendo el discurso político central”, y que el presidente electo es cauteloso respecto al precedente que podría establecer una posible prohibición.
Un cambio de enfoque respecto a su primer mandato
Esta postura contrasta con la de su primer mandato, cuando Trump intentó prohibir la aplicación de manera categórica, citando preocupaciones de seguridad similares. Durante una conferencia de prensa el 16 de diciembre, Trump incluso declaró que tiene un “lugar cálido en [su] corazón por TikTok”, sugiriendo que su popularidad entre los jóvenes podría haber influido en su victoria electoral, afirmando que “ganó a los jóvenes por 34 puntos… Hay quienes dicen que TikTok tiene algo que ver con eso”.
La ley que obliga a TikTok a encontrar un nuevo propietario en un plazo de meses o enfrentarse a la prohibición fue firmada por el presidente Joe Biden en abril. Esta legislación responde a las preocupaciones expresadas por funcionarios de seguridad nacional en Washington, quienes han señalado la supuesta influencia del gobierno chino a través de la popular plataforma. En el momento de la adopción de la ley, ByteDance indicó que no tenía planes de vender TikTok.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó la prohibición como un “acto de intimidación” que podría tener repercusiones negativas para Estados Unidos. El portavoz del ministerio, Wang Wenbin, afirmó que Washington ha continuado su ataque contra TikTok a pesar de que las autoridades no han encontrado evidencia que demuestre que la plataforma represente una amenaza para la seguridad nacional.
Recientemente, Trump se reunió con el CEO de TikTok, Shou Zi Chew, en su residencia de Mar-a-Lago en Florida, aunque los detalles de este encuentro no han sido divulgados. La Corte Suprema ha acordado escuchar la apelación de TikTok, con audiencias programadas para el 10 de enero de 2025.
