Jimmy Carter, el 39º presidente de Estados Unidos, falleció el pasado domingo a la edad de 100 años, según anunció The Carter Center. Carter, quien se encontraba en cuidados paliativos desde hace más de un año, murió en su hogar en Plains, Georgia, acompañado de su familia. Su esposa, Rosalynn, había fallecido en noviembre del año anterior.
El legado de Carter, un ex granjero de cacahuetes, se caracteriza por su intento de restaurar la ética en la Casa Blanca tras los escándalos de Watergate y la guerra de Vietnam. Tras su derrota en las elecciones de 1980, se convirtió en un defensor global de los derechos humanos y la democracia. El presidente Joe Biden lamentó su muerte, describiéndolo como un «líder extraordinario, estadista y humanitario». Biden destacó la compasión y claridad moral de Carter, así como su trabajo en la erradicación de enfermedades, la promoción de elecciones libres y justas, y su defensa de los desfavorecidos.
Carter llegó a la presidencia en 1977 como un desconocido gobernador de Georgia, prometiendo a los estadounidenses que nunca les mentiría, un compromiso que resonó en un país cansado de la desconfianza política. Durante su mandato, se destacó por su enfoque en la eficiencia gubernamental y su intento de reducir la dependencia estadounidense del petróleo extranjero. Creó los departamentos de Energía y Educación, y fue pionero en la inclusión de mujeres y minorías en puestos federales.
Uno de sus logros más significativos fue la mediación en el conflicto entre Egipto e Israel, que culminó en los Acuerdos de Camp David en 1978. Sin embargo, su presidencia también estuvo marcada por desafíos como la crisis de los rehenes en Irán, que duró 444 días y que afectó gravemente su reputación y su reelección en 1980. Tras su derrota ante Ronald Reagan, Carter volvió a Georgia, donde se dedicó a la filantropía y la promoción de la paz a través de The Carter Center, que cofundó en 1982.
A lo largo de su vida, Carter recibió numerosos reconocimientos, incluido el Premio Nobel de la Paz en 2002, por sus esfuerzos incansables en la búsqueda de soluciones pacíficas a conflictos internacionales. A pesar de las dificultades durante su mandato, con el tiempo su legado ha sido reevaluado, y muchos historiadores consideran que su presidencia tuvo un impacto más significativo del que se entendía en su momento.
En sus últimos años, Carter, tras recibir un diagnóstico de cáncer en 2015, expresó su paz interior con el paso del tiempo, afirmando haber tenido una vida plena y satisfactoria, rodeado de amigos y experiencias enriquecedoras. Su vida y obra siguen siendo un ejemplo de compromiso y dedicación a los ideales de justicia y humanidad.