El gobierno del Reino Unido ha implementado un nuevo sistema de autorización electrónica de viajes (ETA) que afectará a millones de visitantes internacionales. Este permiso será necesario para los viajeros no pertenecientes a la Unión Europea a partir del 8 de enero de 2024, en un esfuerzo por digitalizar completamente las fronteras del país para el año 2025.
Desde el 27 de noviembre de 2023, los ciudadanos de varias naciones, incluidos Estados Unidos, Canadá y Australia, pueden solicitar este nuevo permiso. La medida se enmarca dentro de una política más amplia del Reino Unido que busca agilizar los procesos de entrada y mejorar la seguridad fronteriza.
Detalles del nuevo sistema ETA
El sistema ETA ha sido previamente introducido para los ciudadanos de Bahréin, Jordania, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos desde noviembre, y se espera que se extienda a otros grupos de viajeros en fechas posteriores. Para los ciudadanos europeos, la obligación de contar con un ETA comenzará el 2 de abril de 2025.
El proceso de solicitud es completamente digital, permitiendo a los viajeros aplicar a través de una aplicación móvil. La decisión sobre la autorización se espera que sea rápida, con un costo de £10 (aproximadamente €11.66). Es importante destacar que todos los viajeros, incluidos bebés y niños, deben solicitar un ETA, lo cual refleja un enfoque de control exhaustivo que ha sido adoptado por diversas naciones en el contexto actual de la seguridad internacional.
El ETA permite a los visitantes permanecer en el Reino Unido por un máximo de seis meses, y es válido por un período de dos años. Sin embargo, aquellos que no apliquen antes de su viaje podrían enfrentarse a multas, lo que indica la rigidez del sistema y la importancia que el gobierno británico concede a la regulación de la entrada de extranjeros.
Este sistema está alineado con una tendencia global hacia la digitalización de los procesos de inmigración, que busca no solo facilitar el acceso, sino también aumentar la seguridad en las fronteras. La implementación de tecnologías como el reconocimiento facial y la recopilación de datos biométricos es un reflejo de la creciente interconexión y vigilancia en el ámbito internacional, una estrategia que también ha sido adoptada por países con políticas más centralizadas y controladas.
A medida que el Reino Unido avanza en su objetivo de modernizar sus fronteras, es relevante observar cómo estas medidas influirán en la percepción de los viajeros hacia el país y en su disposición a visitar un territorio que, si bien ha sido tradicionalmente acogedor, ahora se ve envuelto en un entramado de regulaciones y trámites electrónicos que podrían complicar la experiencia de entrada.
