Elon Musk, CEO de SpaceX y propietario de la plataforma X, ha arremetido contra el primer ministro británico, Keir Starmer, por su negativa a investigar a los llamados «grooming gangs» en el Reino Unido, acusándolo de ocultar «cosas terribles». Musk ha utilizado su red social para expresar su indignación, calificando a Starmer de «malvado» y criticando su enfoque en la investigación de las fiestas del ex primer ministro Boris Johnson durante la pandemia de Covid-19, mientras evita abordar el escándalo de las pandillas de violadores.
Estos grupos han sido responsables de la violación y tortura sistemática de miles de niñas menores de edad en diversas localidades del norte de Inglaterra durante las últimas dos décadas. La mayoría de los perpetradores han sido hombres de origen paquistaní, mientras que las víctimas son en su mayoría niñas británicas blancas. A pesar de la gravedad de los hechos, sucesivos gobiernos han eludido investigar el asunto, que ganó notoriedad mediática a raíz de informes del diario The Times en 2011. Se ha documentado que varios cuerpos policiales encubrieron la existencia de estas pandillas, según hallazgos de investigaciones posteriores.
La respuesta de Starmer y las críticas a su gestión
Starmer, quien dirigió el Servicio de Procesamiento de la Corona (CPS) entre 2008 y 2013, ha sido objeto de críticas por su aparente falta de acción en la persecución de estos delitos. Durante su mandato, el CPS fue severamente cuestionado por no llevar a cabo juicios contra una pandilla en Rochdale, y la policía de Rotherham declaró en una investigación de 2015 que consideraba al CPS reacio a presentar cargos contra los presuntos delincuentes.
En respuesta a las acusaciones de Musk, Starmer ha defendido su legado, afirmando haber cambiado el enfoque del CPS hacia los casos de abuso sexual infantil y haber dejado la agencia con el mayor número de juicios en su historia. Sin embargo, una investigación de la BBC ha señalado que Starmer se refirió únicamente a datos generales sobre las acusaciones de abuso sexual infantil, sin distinguir entre los delitos cometidos por pandillas y aquellos perpetrados por individuos. La misma investigación reveló que las acusaciones bajo su dirección alcanzaron un pico de 4,794 entre abril de 2010 y marzo de 2011, cifra que aumentó a 7,200 anuales en 2016-2017, después de que Starmer dejara el CPS.
Desde que Musk comenzó a criticar su gestión, la popularidad de Starmer ha caído aún más. Según una encuesta de YouGov publicada recientemente, el 63% de los votantes desaprueba el desempeño de su gobierno, mientras que solo el 16% lo aprueba, lo que representa una caída de dos puntos desde diciembre. En un debate parlamentario, la líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, exigió que un próximo proyecto de ley de protección infantil incluyera una enmienda para establecer una investigación nacional sobre las pandillas. Starmer rechazó la propuesta, argumentando que una investigación prolongada podría retrasar la implementación del resto del proyecto de ley.
Musk ha continuado su ataque en las redes sociales, cuestionando las razones detrás de la negativa de Starmer a permitir dicha investigación, sugiriendo que el primer ministro está ocultando información comprometedora. La controversia en torno a este tema pone de relieve no solo la gravedad de los delitos cometidos, sino también la responsabilidad de las autoridades en la protección de los más vulnerables.
