Un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores anglo-alemanes de las universidades de Birmingham y East Anglia, así como de la Heinrich-Heine-Universität de Düsseldorf, arroja luz sobre la compleja relación entre la gobernanza territorial y el riesgo de guerras civiles étnicas. A pesar de la percepción común de que los arreglos de autonomía, federalismo y descentralización pueden exacerbar o mitigar estos conflictos, los autores del estudio sostienen que las conclusiones contradictorias en la literatura académica pueden estar exageradas.
Publicados en la revista World Development, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática de las definiciones subyacentes y el alcance geográfico y temporal de indicadores cuantitativos de la gobernanza territorial, utilizando diez conjuntos de datos ampliamente empleados. Su análisis revela que la elección de los indicadores influye en los resultados estadísticos obtenidos, lo que podría explicar las conclusiones dispares en el debate académico y político.
La importancia de los datos en la gobernanza territorial
El coautor del estudio, el profesor Stefan Wolff, de la Universidad de Birmingham, enfatiza que «las guerras civiles étnicas son comunes y constituyen un gran problema para el desarrollo de los países, ralentizando su progreso económico, social y político». A pesar de que otorgar a las regiones el control sobre sus propios asuntos se considera complicado, el estudio argumenta que esta dificultad es, en gran medida, autoinfligida. La clave, según Wolff, radica en la calidad de los datos utilizados: «El ‘paradoja’ está exagerada porque la gente no está hablando de lo mismo».
La coautora Natascha Neudorfer, de la Heinrich-Heine-Universität, añade que aunque el estudio no resuelve el debate sobre si la gobernanza territorial previene o resuelve las guerras civiles étnicas, sí demuestra que la elección de la medición puede alterar significativamente los resultados. Este aspecto no es solo un tema académico; los responsables de la formulación de políticas utilizan estadísticas para tomar decisiones, por lo que es crucial entender el verdadero significado de los números.
El estudio también examina ejemplos empíricos de Yemen y Ucrania, donde la ambigüedad en términos como «federalismo» y «descentralización» complicó las negociaciones de paz y las discusiones políticas. En Yemen, el federalismo ha sido propuesto como solución para la guerra civil, pero algunos lo consideran una causa del conflicto actual. Los investigadores aconsejan que esta cuestión debe ser considerada junto con otros factores, como la fuerza del estado y la fragmentación política.
La gobernanza territorial fue un tema clave en las negociaciones de Minsk tras la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014. Aunque los acuerdos de Minsk nunca se implementaron completamente, el debate sobre si el conflicto era intraestatal o interestatal, y cómo se debería definir y operacionalizar la descentralización, añadió confusión en un momento de gran inestabilidad política en Ucrania.
La coautora Ulrike Theuerkauf, de la Universidad de East Anglia, señala que «la guerra a menudo se describe como ‘desarrollo en reversa’, debido a su impacto abrumadoramente negativo en las trayectorias económicas, sociales y políticas de los países». Los enfoques de construcción de paz, basados en principios de reparto del poder, incluyendo la gobernanza territorial, siguen siendo de interés tanto para académicos como para responsables de políticas. Sin embargo, es fundamental cuestionar constantemente cómo las decisiones relacionadas con el diseño de la investigación afectan la producción del conocimiento.
Este nuevo estudio proporciona un marco para entender por qué los debates académicos y políticos sobre cómo lograr la paz siguen siendo inconclusos y qué se puede hacer para superar la noción de la paradoja de la gobernanza territorial.
