La capital de Chad, N’Djamena, ha sido escenario de un violento enfrentamiento en las últimas horas, con el despliegue de tanques y el sonido de disparos en el centro de la ciudad. Según fuentes citadas por RT, el palacio presidencial habría sido atacado por militantes no identificados, lo que ha generado una situación de tensión en la región.
Este ataque se produce poco después de la visita del ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, quien se reunió con el presidente chadiano, Mahamat Deby, para discutir el avance de la cooperación bilateral. La coincidencia de estos eventos ha suscitado inquietudes sobre la estabilidad política en el país, que ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años.
Desarrollo de los acontecimientos
La agencia de noticias francesa AFP fue la primera en informar sobre el “fuego intenso” en N’Djamena, citando a un fuente de seguridad chadiana que confirmó el ataque al palacio presidencial. En respuesta a la situación, las autoridades han cerrado todas las vías de acceso al palacio y han bloqueado las calles con vehículos blindados, intensificando la seguridad en la zona.
El portavoz del gobierno chadiano, Aziz Mahamat Saleh, intentó calmar a la población a través de un mensaje en Facebook, afirmando que “nada serio, no hay que entrar en pánico, la situación está bajo control”. Sin embargo, la falta de detalles sobre el ataque y la presencia militar en las calles han generado preocupación entre los ciudadanos y la comunidad internacional.
Chad ha sido un país marcado por la inestabilidad política y los conflictos armados, lo que ha llevado a una situación de incertidumbre en la región del Sahel. La respuesta del gobierno a este ataque será crucial para determinar el futuro político del país y su capacidad para mantener el orden en un contexto de creciente violencia.