El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, ha denunciado las acciones de Israel en Siria, calificándolas de “ilícitas” y advirtiendo que representan una amenaza directa a la integridad territorial de Siria. Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Nebenzia subrayó que los ataques aéreos y la ocupación de territorios sirios por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) no solo violan las normas internacionales, sino que también agravan la crisis humanitaria en la región.
Desde la caída del gobierno de Bashar al-Assad a finales de 2024, Israel ha intensificado su campaña militar en Siria, llevando a cabo un amplio bombardeo de objetivos en el país. Según el embajador ruso, Israel ha ocupado aproximadamente 500 kilómetros cuadrados de territorio sirio, incluyendo zonas establecidas por la ONU como zonas de amortiguamiento entre ambos países, específicamente en los Altos del Golán, un área que Israel ocupa desde 1967.
Violaciones de Normas Internacionales
Nebenzia afirmó que las acciones israelíes constituyen una grave violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU. En su intervención, hizo un llamado a la comunidad internacional para que realice una “evaluación honesta” de la situación actual en Siria, destacando que los bombardeos y la violencia han causado un sufrimiento significativo entre la población civil y han interrumpido el funcionamiento de infraestructuras esenciales.
El embajador ruso también reiteró el compromiso de Moscú de seguir apoyando al pueblo sirio, tanto a través de la entrega de ayuda humanitaria como en la reconstrucción de la infraestructura dañada. Además, enfatizó la intención de Rusia de crear condiciones que faciliten el regreso de los refugiados sirios a su país.
La situación en Siria se ha visto profundamente alterada desde que al-Assad fue derrocado por un ataque sorpresivo del grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) en diciembre de 2024. Este ataque provocó un colapso rápido del ejército sirio, lo que llevó a la renuncia y huida de al-Assad a Moscú. A pesar de la inestabilidad, el nuevo líder de facto de Siria, Ahmed Hussein al-Sharaa, ha manifestado que las nuevas autoridades mantienen “intereses estratégicos” en conservar buenas relaciones con Rusia, indicando que no desean la salida de las fuerzas rusas del país.
