El escándalo de Joan Laporta en Yeda
El comportamiento del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en el palco del King Abdullah Sports City ha generado una oleada de críticas y reacciones en el ámbito del fútbol español. Tras conocerse la activación de una medida cautelar por parte del Consejo Superior de Deportes que afecta la inscripción de los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor, Laporta no solo mostró su descontento con un gesto obsceno, sino que también protagonizó un altercado en el que, según testigos, lanzó insultos como «hijos de puta» y «sinvergüenzas», además de propinar golpes y patadas a los objetos del recinto. Este episodio no solo ha quedado como un mero incidente aislado, sino que ha llamado la atención de las autoridades saudíes y de otros dirigentes del fútbol presentes en el evento.
El incidente se produjo en un contexto en el que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, mantenía una reunión con representantes de clubes de fútbol no profesionales en Arabia Saudí. Este encuentro, que tenía como objetivo abordar las inquietudes del fútbol modesto y la colaboración de la Federación, se vio interrumpido por las reacciones ocasionadas por el comportamiento de Laporta. Varios asistentes, que se sintieron aludidos por los gritos del presidente culé, solicitaron a Louzán que se tomaran medidas sancionadoras, dado que el torneo, aunque se celebrara en suelo saudí, está organizado por la RFEF.
La RFEF ha manifestado su intención de actuar frente a lo sucedido. Louzán, tras condenar públicamente los hechos, ha confirmado que se contempla la posibilidad de imponer una sanción a Laporta. Las discusiones sobre el alcance de esta sanción y el posible expediente administrativo ya han comenzado, evidenciando el malestar existente entre los clubes modestos. Aunque el nuevo presidente de la RFEF ha comenzado su mandato con el objetivo de unificar y fortalecer el fútbol español, el incidente de Yeda ha puesto a prueba su liderazgo en un momento que se preveía como tranquilo. Con el trasfondo de la controversia sobre la cautelar y el recurso anunciado por LaLiga, el futuro del presidente culé en el contexto federativo se presenta incierto.