Después de años de retrasos legales, las acusaciones penales por fraude, soborno y abuso de confianza que enfrenta Benjamin “Bibi” Netanyahu han alcanzado una etapa crítica. El primer ministro israelí ha hecho todo lo posible para impedir la difusión del documental The Bibi Files, dirigido por Alexis Bloom y producido por el ganador del Oscar Alex Gibney.
Netanyahu intentó bloquear el estreno del documental, argumentando que violaba la ley israelí al utilizar imágenes de interrogatorios no aprobadas. Sin embargo, un tribunal de Jerusalén desestimó su demanda, permitiendo que el filme se proyectara en el Festival Internacional de Cine de Toronto como una obra en progreso, y posteriormente tuvo su estreno oficial en el Doc NYC el pasado noviembre.
El documental ha sido incluido en la lista de nominaciones para el Oscar a Mejor Documental, compitiendo junto a otros títulos como la producción noruego-palestina No Other Land, que aborda la violencia de los colonos y la expulsión de palestinos de sus aldeas en Cisjordania. A pesar de su éxito en festivales, The Bibi Files ha sido prohibido en Israel y enfrentó una crisis de distribución hasta que la nueva plataforma de streaming Jolt decidió adquirirlo.
El filme presenta material inédito de Netanyahu siendo interrogado por la policía por las acusaciones de corrupción que llevaron a su imputación en 2019. Durante los años 2016 a 2018, la policía israelí grabó miles de horas de interrogatorios, y parte de este material fue filtrado a Gibney en 2023 a través de la aplicación Signal. Conocido por sus documentales incisivos y a menudo contundentes, Gibney percibió la importancia de este material y se unió a Bloom para crear un relato impactante que no solo examina el carácter de Netanyahu, sino que también muestra cómo su naturaleza poco escrupulosa ha influido en la actual situación en Oriente Medio.
El documental utiliza no solo las imágenes de los interrogatorios a Netanyahu, sino también material de archivo y entrevistas con voces relevantes en Israel, incluidos periodistas y el ex primer ministro Ehud Olmert. A través de estas narrativas, se revela un retrato de un hombre que haría cualquier cosa para mantener su control sobre el poder, sin importar las consecuencias para otros.
Un aspecto particularmente interesante de The Bibi Files es el papel de Sara Netanyahu, descrita como insaciable y volátil, que exige regalos costosos y es central en el juicio de su esposo. Bloom retrata a Sara como una figura influyente en la vida de Netanyahu, a menudo mostrando su desprecio hacia la ley y su actitud desafiante durante los interrogatorios.
El documental también incluye testimonios del magnate de Hollywood Arnon Milchan, quien confiesa sobre sus lazos con Netanyahu y las donaciones extravagantes que realizó. A través de estas conexiones, se revela una red de corrupción que trasciende la mera adquisición de lujos, formando el eje del argumento central del filme.
Para comprender los eventos actuales, es fundamental considerar la situación legal de Netanyahu y cómo su estrategia política se basa en la creación de inestabilidad y conflicto. Bloom establece un vínculo directo entre el juicio del primer ministro y la radicalización de sus políticas, sugiriendo que Netanyahu podría estar prolongando el conflicto en Gaza para evitar su encarcelamiento por corrupción.
El documental concluye con un análisis de los ataques de Hamas del 7 de octubre, presentando la evidencia de que Netanyahu es responsable de la persistencia de este grupo extremista. Expertos entrevistados en el filme argumentan que Netanyahu ha alimentado la existencia de Hamas, creyendo que podría controlar la situación, una estrategia que se ha vuelto contraproducente.
A pesar de que The Bibi Files probablemente no derribará a Netanyahu del poder, lo que logra Bloom en menos de dos horas es notable. Su enfoque no se convierte en un alegato a favor de Hamas ni justifica la violencia; más bien, es una representación artística que presenta la verdad al poder, desafiando las simplificaciones que asocian cualquier crítica a Netanyahu con el antisemitismo.
La proyección de The Bibi Files es un logro en sí mismo, especialmente considerando la reticencia de las plataformas de streaming en EE. UU. a involucrarse en contenido político. La distribución en Europa, gracias a empresas como September Film, Dulaf Distribution y Dogwoof, ha permitido que este documental llegue a un público más amplio.
La Academia ha retrasado las nominaciones a los Oscar, programadas para el 19 de enero, y la ceremonia se llevará a cabo el 3 de marzo. Si The Bibi Files logra llegar a la lista final de nominados, existe un fuerte argumento para que se lleve el premio a Mejor Documental. Sin embargo, más allá de los premios, este documental se erige como una obra esencial que merece ser visionada.