David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció el pasado jueves, 9 de enero, ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz. Su declaración, que se extendió por aproximadamente hora y media, tenía como objetivo esclarecer el origen de su contrato, la pertinencia de su formación para el puesto y la realización efectiva de las funciones asignadas, tanto como coordinador de los conservatorios de Badajoz como jefe de la oficina de artes escénicas. Durante su testimonio, Sánchez se defendió negando cualquier tipo de irregularidad en su contratación.
El testimonio de David Sánchez cuenta con el respaldo de Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz, quien ha calificado el juicio como un «intento de la extrema derecha» de «mediatizar la justicia». Gallardo afirmó no haber conocido a David Sánchez antes de su nombramiento, indicando que se enteró de su inclusión en la lista de admitidos a través de terceros. Por su parte, la jueza Beatriz Biedma investiga si se han cometido delitos como prevaricación, malversación o tráfico de influencias, mientras que la Unidad Central Operativa (UCO) ha realizado tres registros en la Diputación sin encontrar claridad sobre la creación del puesto, que se realizó de manera apresurada según los informes de la Guardia Civil.
Detallando su búsqueda de empleo
Durante el interrogatorio, David Sánchez explicó que halló su puesto mediante un buscador de internet, aunque no pudo recordar la fecha exacta de inicio de su búsqueda laboral. Declaró que esta actividad formaba parte de su rutina matutina mientras tomaba café y que su búsqueda abarcaba múltiples ofertas de trabajo, no limitándose solo a los conservatorios. Además, ante las preguntas sobre sus conexiones previas a la contratación, Sánchez aseguró no conocer a nadie en Badajoz antes de su incorporación, incluyendo a Gallardo, a quien conoció tras su nombramiento.
En otro momento del juicio, se le preguntó sobre la ubicación de su oficina, a lo que respondió que no podría indicar un lugar específico, afirmando que siempre había trabajado desde casa o donde fuese necesario. Reconoció que nunca tuvo una oficina fija, ya que había utilizado varios despachos en distintos edificios públicos. Actualmente, no existen pruebas que acrediten el supuesto enriquecimiento ilícito de David Sánchez, que según la organización Manos Limpias, podría superar el millón de euros.
