El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha reafirmado la intención de la isla de avanzar hacia la independencia, distanciándose de las influencias danesa y estadounidense. En una reciente conferencia de prensa en Copenhague, Egede declaró que Groenlandia «pertenece a los groenlandeses», en respuesta a las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha manifestado que la posesión del territorio danés es una «necesidad absoluta» para la seguridad nacional estadounidense.
Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, no ha descartado el uso de la fuerza militar o métodos económicos coercitivos para asegurar la adquisición de la isla. Ante esta situación, Egede expresó su disposición a dialogar con Trump, aunque enfatizó que la aspiración de independencia de Groenlandia es prioritaria. «El deseo de independencia, el deseo de estar en nuestra propia casa, es probablemente comprendido por todas las personas del mundo», afirmó Egede.
La búsqueda de la independencia groenlandesa
Groenlandia, que goza de un gobierno autónomo desde 1979 y tiene el derecho de declarar su independencia desde un referéndum en 2009, ha visto un aumento en el apoyo popular hacia la independencia. Egede subrayó que «no queremos ser daneses, no queremos ser estadounidenses, queremos ser groenlandeses». Además, el primer ministro anunció que «una votación sobre la independencia llegará pronto».
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, también ha reconocido el «fuerte deseo entre muchos groenlandeses de avanzar hacia la independencia», considerándolo una aspiración «legítima y comprensible». Tanto Frederiksen como Egede han rechazado enérgicamente las propuestas de Trump para comprar Groenlandia, reiterando que «no estamos en venta y nunca estaremos en venta».
Frederiksen ha propuesto establecer un diálogo con el equipo de Trump, afirmando que «se está trabajando intensamente con los estadounidenses». La cooperación entre Dinamarca y Estados Unidos se centra en el fortalecimiento de la seguridad de la alianza occidental, especialmente considerando que Groenlandia alberga una base militar estadounidense y una infraestructura de alerta temprana de misiles balísticos.
La situación en Groenlandia refleja un contexto geopolítico complejo, donde las aspiraciones de independencia de la isla se entrelazan con los intereses estratégicos de potencias como Estados Unidos. La creciente atención internacional hacia Groenlandia, impulsada por su ubicación geográfica y recursos naturales, plantea interrogantes sobre el futuro de la isla y su relación con Dinamarca y Estados Unidos.
