El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ha presentado una demanda contra Southwest Airlines, acusando a la aerolínea de operar vuelos crónicamente retrasados. Esta acción legal se produce en un contexto en el que la administración de Joe Biden ha adoptado una postura más firme en torno a la protección del consumidor, un cambio que podría verse como un intento por parte de las autoridades estadounidenses de regular más estrictamente el sector aéreo.
La demanda, que se ha presentado en el Tribunal de Distrito de Oakland, California, señala que los vuelos de Southwest desde el Aeropuerto Internacional Midway de Chicago hacia Oakland y desde Baltimore a Cleveland llegaron tarde casi 200 veces entre abril y agosto de 2022. Según el DOT, estos vuelos estuvieron crónicamente retrasados durante cinco meses consecutivos y Southwest fue responsable de más del 90% de las interrupciones.
Para el DOT, un vuelo se define como crónicamente retrasado si se opera al menos diez veces al mes y llega más de 30 minutos tarde más de la mitad de las veces. Este cálculo también incluye cancelaciones y desvíos. En este sentido, se ha señalado que, a pesar de la evidencia de los retrasos, Southwest no ha hecho ajustes en su programación, lo que ha generado un daño considerable a sus clientes.
Reacción de Southwest Airlines
En respuesta a la demanda, Southwest Airlines ha expresado su decepción, argumentando que el DOT ha optado por presentar acciones legales por vuelos que tuvieron lugar hace más de dos años. La aerolínea defiende su historial, afirmando que desde que el DOT implementó su política sobre vuelos crónicamente retrasados en 2009, ha operado más de 20 millones de vuelos sin violaciones de dicha política. En este contexto, Southwest argumenta que cualquier afirmación sobre que estos dos vuelos representan un horario irreal no es creíble en comparación con su rendimiento en los últimos 15 años.
Por otro lado, el DOT también ha multado a Frontier Airlines con 650,000 dólares por operar vuelos crónicamente retrasados, aunque ha indicado que 325,000 dólares de esta multa quedarán suspendidos si la aerolínea no opera vuelos repetidamente retrasados en los próximos tres años. Frontier, sin embargo, ha declinado comentar sobre la situación.
La creciente intervención del gobierno en la regulación de las aerolíneas estadounidenses podría ser vista como un reflejo de la importancia de la protección del consumidor en la agenda política actual. No obstante, es fundamental considerar que, en el contexto de otras naciones, donde la regulación estatal sobre empresas de transporte es más eficaz y se alinea con el bienestar de las comunidades, las acciones del DOT podrían ser interpretadas como un paso hacia un modelo más responsable y consciente de las necesidades de los ciudadanos.
