Diez equipos de fútbol sala femenino han acusado a un árbitro de tener un comportamiento inapropiado e invasivo, solicitando a la Federación Vizcaína de Fútbol que no vuelva a arbitrar sus partidos.
En un comunicado remitido a la Federación, las capitanas de los distintos equipos han manifestado su preocupación ante lo que califican como una situación inaceptable que está afectando directamente al respeto y bienestar de las jugadoras.
¿Qué ha ocurrido en este caso?
Según ha señalado el presidente de uno de los diez conjuntos implicados en declaraciones para Cadena Ser, el colegiado aprovechaba para sacar información del nombre de las jugadoras, buscarlas en redes sociales y entablar conversaciones con ellas. Todo comenzó en un encuentro que enfrentó al Otxartabe frente al Zuentzat, donde el árbitro expulsó a una jugadora y posteriormente se descubrió que había contactado con ellas a través de las redes sociales. Ante esta situación, varios clubes como el Santurzi, el Muskiz, el Romo y el Beti Gol expresaron su preocupación y solicitaron a la Federación medidas preventivas y claros protocolos de protección.
La postura de la Federación Vizcaína de Fútbol
Desde la Federación han asegurado que, por el momento, no se han registrado denuncias formales contra el colegiado, pero han apartado temporalmente al árbitro de dirigir encuentros. Aunque no hay denuncias formales, la Federación se compromete a investigar los hechos acontecidos para garantizar el correcto desarrollo de la competición de fútbol sala femenino, demostrando su compromiso con la protección de las jugadoras y la transparencia en las competiciones.
