Mejora de la calidad del aire en Los Ángeles tras los incendios forestales
La calidad del aire en Los Ángeles ha experimentado una mejora notable, según los datos más recientes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos. Después de alcanzar niveles peligrosos a principios de este mes, la concentración de pequeñas partículas de hollín, capaces de penetrar en los pulmones y el cerebro, ha disminuido a niveles moderados. Este cambio es crucial para la salud de una población de aproximadamente 18 millones de personas que habitan en la zona metropolitana de Los Ángeles, donde el humo de varios incendios ha afectado gravemente la calidad del aire.
De acuerdo con el sistema de clasificación del Índice de Calidad del Aire (AQI) de la EPA, la calidad del aire en Los Ángeles se situó en niveles «moderados» el jueves por la mañana, con una puntuación entre 51 y 100 en la escala. Aunque la calidad del aire moderada es menos perjudicial, sigue siendo potencialmente riesgosa para aquellas personas que son particularmente sensibles a la contaminación. En contraste, el 8 de enero, la puntuación media diaria del AQI alcanzó los 189, lo que indica condiciones de aire «no saludables» para grupos sensibles, como los asmáticos, y una parte de la población general.
A lo largo de esa jornada, las mediciones de contaminación mostraron picos superiores a 500 en el AQI, lo que representa un riesgo «hazardoso» para la salud de la población en general. Este tipo de fluctuaciones en la calidad del aire subraya la importancia de monitorear las condiciones ambientales, especialmente en un contexto de incendios forestales que se han vuelto más frecuentes y severos en los últimos años. La situación actual es un recordatorio de la necesidad de adoptar medidas preventivas y de respuesta ante eventos de contaminación del aire, que pueden tener efectos significativos en la salud pública.