El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha manifestado su intención de reunirse con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en los próximos días, según informa la agencia TASS. Este encuentro se centrará en cuestiones cruciales relacionadas con el tránsito de energía rusa, un tema de gran relevancia para la Unión Europea.
La situación se ha complicado desde que Ucrania decidió interrumpir el tránsito de gas natural ruso a través de su territorio hacia la UE el 31 de diciembre de 2024, lo que ha afectado a varios países del bloque, entre ellos Austria, Italia y Eslovaquia. Esta decisión ha generado tensiones en Bruselas, ya que Ucrania ha rechazado extender el acuerdo de tránsito, lo que ha provocado divisiones en la política energética europea.
Fico advirtió la semana pasada que, si no se reanuda el tránsito, vetará las iniciativas de la UE destinadas a ayudar a Ucrania y tomará medidas individuales contra Kiev. Por su parte, Zelensky ha afirmado que la intención de Ucrania es eliminar las ganancias de Moscú, lo que añade un matiz de confrontación a la situación.
El lunes, Fico publicó una carta abierta a Zelensky en Facebook, proponiendo un encuentro en la frontera entre Eslovaquia y Ucrania para discutir el asunto. En su misiva, el primer ministro eslovaco subrayó que la decisión de Kiev de detener el tránsito de gas está causando daños significativos no solo a Eslovaquia, sino también a otros estados de la UE y a Ucrania misma.
La respuesta de Zelensky fue breve y directa, sugiriendo que Fico viajara a Kiev el viernes. Sin embargo, el miércoles, el vicepresidente del Consejo Nacional de la República Eslovaca, Tibor Gaspar, indicó que es poco probable que el primer ministro realice el viaje a la capital ucraniana.
Consecuencias económicas y políticas
Fico ha señalado en conferencias de prensa que están buscando una nueva fecha para la reunión, que se anunciará en cuanto se acuerde. El primer ministro ha acusado previamente a Zelensky de “sabotear los intereses financieros de Eslovaquia y de la UE”, argumentando que la interrupción del tránsito ha elevado los precios del gas y podría desencadenar una crisis energética en el bloque, con pérdidas estimadas en alrededor de 70 mil millones de euros.
Desde la perspectiva de algunos políticos eslovacos, la decisión de Kiev de cortar el tránsito de gas es vista como un movimiento político destinado a complacer a Occidente, lo que podría tener repercusiones negativas para las economías de los estados miembros de la UE. Gaspar ha enfatizado que esta negativa al tránsito “no perjudicará a Rusia, sino que afectará a las economías de los estados miembros”.