Científicos han identificado recientemente una nueva especie de «supergigante» de bicho marino, tras adquirir crustáceos de pescadores y restaurantes en Vietnam. Este descubrimiento surge en el contexto de la creciente popularidad de estos organismos como una delicadeza local. La especie ha sido nombrada Bathynomus vaderi, en referencia a la similitud de su cabeza con el casco del icónico villano de «Star Wars», Darth Vader.
El equipo de investigación describió oficialmente a B. vaderi en la revista ZooKeys, destacando que algunos elementos de su estructura corporal difieren notablemente de otros especímenes de Bathynomus encontrados en el Mar de China Meridional. Los bichos marinos de este tipo, que incluyen a B. vaderi, pertenecen a la familia de los isópodos y se caracterizan por su exoesqueleto duro y siete pares de patas. El espécimen más grande registrado en el estudio pesó más de un kilogramo y midió 32,5 centímetros de longitud, lo que posiciona a B. vaderi como uno de los isópodos más grandes conocidos en el mundo.
Un nuevo hallazgo en las profundidades del océano
Los pescadores que capturaron a B. vaderi realizaban pesca de arrastre en el Mar de China Meridional, a aproximadamente 50 millas náuticas de la ciudad de Quy Nhon, en el centro-sur de Vietnam. Estos crustáceos son habitantes del fondo marino y se alimentan de animales muertos, desempeñando un papel crucial en la cadena alimentaria del océano profundo. La investigadora Conni Sidabalok, coautora del estudio, destacó que el tamaño masivo de B. vaderi podría ayudar en su supervivencia en el abismo oceánico, ofreciendo una ventaja competitiva sobre otros carroñeros.
Hasta la fecha, solo se conocen 11 especies de «supergigantes» y nueve «gigantes» de Bathynomus, con varias más en espera de una descripción formal. La identificación de B. vaderi fue un proceso laborioso debido a su hábitat en aguas profundas, donde la diferenciación de especies se complica. Este nuevo isópodo presenta una característica única: el último segmento de sus patas traseras se estrecha al final y se curva ligeramente hacia atrás, lo que contribuyó a confirmar su singularidad a través de un análisis exhaustivo que incluyó la comparación de especímenes de colecciones de museos y análisis de ADN.
El descubrimiento de B. vaderi plantea preocupaciones sobre su posible integración en los mercados internacionales de mariscos, dado que otras especies de Bathynomus han ganado popularidad en Vietnam. La escasa tasa de reproducción de estos crustáceos, que producen solo unos cientos de huevos, los hace especialmente vulnerables a la sobrepesca. Investigadores advierten que, si se convierten en un producto altamente demandado, su existencia podría verse amenazada. La investigadora Sidabalok concluyó que este estudio podría abrir la puerta a investigaciones futuras sobre las poblaciones de Bathynomus y ayudar a los pescadores a adoptar prácticas más sostenibles.
