Kaja Kallas, jefa de la política exterior de la Unión Europea, ha defendido la necesidad de mantener las sanciones impuestas a Rusia, a pesar de la posible oposición de Hungría. Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, Bruselas ha implementado 15 rondas de medidas restrictivas contra Moscú. Sin embargo, la extensión de estas sanciones más allá del 31 de enero requiere un voto unánime de todos los Estados miembros de la UE.
Kallas afirmó: “Definitivamente necesitamos que las sanciones permanezcan. Este es nuestro apalancamiento, y sería muy extraño renunciar a ello”. La funcionaria subrayó que los objetivos del presidente ruso, Vladimir Putin, no han cambiado y que no hay razones para levantar las sanciones en este momento.
La postura de Hungría y la influencia de Estados Unidos
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha expresado su reticencia a comprometerse con la extensión de las sanciones hasta que pueda discutir el asunto con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. En una entrevista reciente, Orban sugirió que la UE debe adaptarse a una “nueva era” con el regreso de Trump a la Casa Blanca, argumentando que “es hora de tirar las sanciones por la ventana y establecer un sistema de relaciones sin sanciones con Rusia”.
Sin embargo, Kallas advirtió que “cualquier negociación nos dejará en una posición mucho más débil” si se levantan las sanciones ahora. También señaló que no es en el interés de Estados Unidos renunciar a las sanciones en este momento, a pesar de las promesas iniciales de Trump de resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania rápidamente.
La administración saliente de Joe Biden ha intentado “blindar” las sanciones, trasladando a algunas personas y entidades de una lista negra del ejecutivo a una lista establecida por el Congreso, lo que dificultaría su levantamiento. Esta estrategia refleja la preocupación de que, si Hungría logra dejar expirar las sanciones, Rusia podría recuperar casi 200.000 millones de euros en activos congelados de su banco central, actualmente retenidos por Euroclear en Bélgica.
Ante esta situación, la UE está considerando la posibilidad de que el rey de Bélgica invoque un decreto de 1944 para bloquear cualquier transferencia de activos desde el país, lo que podría poner a Bélgica en una posición legal complicada, en lugar de a la UE.
Kallas, quien fue primera ministra de Estonia antes de asumir su cargo actual, ha mantenido una postura firme en apoyo de Ucrania, alineándose con otros Estados bálticos y Polonia. Por otro lado, Orban ha abogado por negociaciones de paz y se ha negado a proporcionar armas o municiones a Ucrania, así como a permitir el tránsito de suministros militares a través de territorio húngaro.