Un reciente hallazgo arqueológico en Pompeya ha revelado un impresionante complejo de baños privados, considerado uno de los más grandes de la ciudad, que estaba conectado a una lujosa sala de banquetes en el distrito de Regio IX. Este descubrimiento proporciona una valiosa visión de cómo los romanos adinerados integraban el ocio, el arte y la ambición política en sus hogares.
El director de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, ha subrayado que «todo era funcional para la escenificación de un ‘espectáculo’, en el que el propietario era el centro de atención». Las pinturas de estilo III, que representan temas de la Guerra de Troya, y las imágenes de atletas en el peristilo, estaban diseñadas para conferir a estos espacios una atmósfera de cultura y erudición, además de un toque de ocio.
El complejo de baños recién excavado incluye el trío clásico de salas térmicas: calidarium (caliente), tepidarium (templada) y frigidarium (fría), junto con un amplio apodyterium (vestuario). Este último tenía capacidad para albergar hasta 30 invitados y contaba con un frigidarium impresionante, un gran salón frío que se enmarca en un patio peristilo de 10 por 10 metros que rodea una gran piscina.
La cercanía de los baños térmicos a la sala de banquetes, conocida como la «Sala Negra» por sus elegantes paredes negras decoradas con temas mitológicos, ilustra el papel integral que desempeñaban el baño y la comida en la vida social romana. Como señala Zuchtriegel, «el público, agradecido y hambriento, habría aplaudido con sincera admiración el espectáculo orquestado por el anfitrión, y tras una velada en su ‘gimnasio’, hablarían de ello durante mucho tiempo».
Las paredes de la vivienda presentan frescos de los estilos pompeyano II y III, que incluyen escenas de la Guerra de Troya. Estas pinturas, junto con las representaciones de atletas en el peristilo, evocaban la sofisticación intelectual de un gimnasio griego, un estilo muy popular entre la élite romana.
Otros hallazgos recientes en Pompeya
El opulento balneario es solo uno de los muchos descubrimientos realizados en esta extraordinaria residencia. El año pasado, se excavó la adyacente sala de banquetes negra, famosa por su impresionante arte clásico. Las paredes de esta sala estaban pintadas de negro «para que el humo de las lámparas en las paredes no fuera visible. Aquí, la gente se reunía para banquetes tras la caída de la noche. La luz parpadeante de las lámparas de aceite hacía que las imágenes parecieran moverse, especialmente después de unas copas de buen vino campano», explicó Zuchtriegel.
Además, se descubrió una sala más pequeña y más íntima, pintada en un suave azul, que los investigadores interpretan como un santuario o un espacio dedicado a actividades rituales y almacenamiento de objetos sagrados. Las impresionantes paredes de color azul están decoradas con figuras femeninas que representan las cuatro estaciones y representaciones alegóricas de la agricultura y el pastoreo, según los expertos.
Por último, junto a este espacio se realizó un hallazgo trágico: los restos de dos víctimas de Pompeya que fueron selladas por la ceniza y la lava durante la erupción del Vesubio, quedando atrapadas y llevándolas a su muerte.