Investigación tras la explosión del Starship de SpaceX en el Caribe
El reciente incidente ocurrido en el océano Atlántico, donde un vehículo Starship de SpaceX se desintegró durante una prueba de vuelo, ha llevado a las autoridades de EE.UU. y del archipiélago de Turks y Caicos a investigar los daños causados por los escombros. Según la Administración Federal de Aviación (FAA), no se han reportado heridos, pero el vuelo del sistema de cohetes ha sido suspendido mientras se lleva a cabo una investigación sobre el accidente. Este tipo de interrupción es habitual cuando se presentan inconvenientes en los lanzamientos y sirve para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas y espaciales.
La FAA ha implementado una «Zona de Respuesta a Escombros», obligando a las aeronaves a redirigir sus rutas, lo que ha ocasionado retrasos en los viajes. La investigación será liderada por SpaceX, que deberá presentar un plan de acciones correctivas antes de reanudar los vuelos de prueba. El evento tuvo lugar durante el séptimo vuelo de prueba no tripulado del Starship, que se lanzó desde el sur de Texas. Aunque el objetivo del vuelo era alcanzar una trayectoria suborbital y aterrizar en el océano Índico, el vehículo perdió el control y se destruyó aproximadamente diez minutos después del despegue.
Expertos han analizado el incidente y sugieren que los estruendos generados por la caída de los escombros podrían haber provocado daños menores en la isla. Un estudio de datos sísmicos realizado en Turks y Caicos indica que se registró un evento consistente con un estruendo sónico durante la explosión. Si bien los daños no son significativos, podrían afectar elementos como ventanas o tejas. Las autoridades locales, junto con el gobierno del Reino Unido, están trabajando para evaluar la situación y han instado a los ciudadanos a no manipular los posibles restos del vehículo, sino a comunicarse con las autoridades correspondientes.
