Un estudio reciente del Met Office británico advierte que el aumento de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera está alcanzando niveles incompatibles con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius. Según los datos, las concentraciones de este gas de efecto invernadero han registrado un incremento anual sin precedentes en 2024, superando las predicciones iniciales del Met Office.
La medición realizada en Mauna Loa, Hawái, mostró un aumento de 3.58 partes por millón (ppm), superando las proyecciones de 2.84 ppm para este año. Además, las mediciones por satélite también han revelado incrementos significativos a nivel mundial. Este aumento se atribuye a las emisiones récord provenientes de la quema de combustibles fósiles, a la menor capacidad de los «sumideros» naturales, como los bosques tropicales, para capturar carbono y a la incidencia de incendios forestales.
Impacto del fenómeno El Niño y las proyecciones futuras
El Met Office señala que la reducción de carbono absorbido por los bosques y el incremento de incendios forestales se han visto potenciados por condiciones climáticas extremas asociadas al fenómeno de El Niño en el Pacífico, que eleva las temperaturas globales y exacerba el cambio climático.
Si bien se prevé que el aumento de CO2 entre 2024 y 2025 sea menos pronunciado, con una estimación de alrededor de 2.26 ppm, esta cifra sigue siendo demasiado alta para cumplir con los objetivos establecidos por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Este organismo ha delineado trayectorias que permiten mantener el calentamiento por debajo de los 1.5 grados Celsius, pero requieren una reducción drástica y rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El IPCC también ha planteado escenarios en los que las temperaturas podrían superar temporalmente el umbral de 1.5 grados Celsius durante unas décadas, antes de regresar por debajo de este límite a finales de siglo. Sin embargo, tales escenarios dependen de la implementación de tecnologías avanzadas y estrategias como la reforestación para reducir los niveles generales de CO2 en la atmósfera.
El aumento de dióxido de carbono atrapa más calor, lo que provoca un incremento gradual de las temperaturas globales y genera impactos adversos, que incluyen el aumento del nivel del mar, sequías extremas, tormentas y daños a la fauna y a los ecosistemas críticos.
Para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados Celsius, el Met Office indica que el incremento en la concentración de CO2 debe comenzar a disminuir, estableciendo un objetivo de 1.8 ppm por año durante esta década, antes de detenerse y comenzar a declinar. Sin embargo, en lo que va de esta década, el aumento promedio se sitúa en torno a 2.5 ppm.
El profesor Richard Betts, quien lidera la producción de las proyecciones del Met Office, subraya que 2024 ha sido el año más cálido registrado, con temperaturas anuales superiores a 1.5 grados Celsius por primera vez desde el inicio de las mediciones. A pesar de que esto no se considera un fracaso para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, es evidente que la tendencia hacia el calentamiento continuará mientras el CO2 siga acumulándose en la atmósfera.
La transición del fenómeno de El Niño a su opuesto, La Niña, podría facilitar que los bosques y otros sistemas naturales absorban más carbono, ralentizando temporalmente el aumento de CO2. Sin embargo, para detener el calentamiento global, es imperativo que la acumulación de gases de efecto invernadero se detenga por completo y comience a disminuir.
La comunidad internacional debe actuar con urgencia para lograr reducciones significativas en las emisiones, si se desea limitar el calentamiento a niveles seguros y mitigar los efectos devastadores del cambio climático.