El canciller alemán, Olaf Scholz, ha expresado su preocupación por la influencia del multimillonario tecnológico estadounidense Elon Musk en la política de la Unión Europea. Scholz ha denunciado que, aunque Musk tiene derecho a expresar sus opiniones, su apoyo a grupos políticos de extrema derecha es inaceptable y representa una amenaza para la democracia europea.
En diciembre pasado, Musk, CEO de Tesla y SpaceX, calificó al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) como la única formación capaz de “salvar a Alemania”, al tiempo que criticaba al canciller Scholz, a quien llamó “tonto incompetente”. En respuesta, Scholz instó a no “alimentar al troll”, refiriéndose a la búsqueda de atención de Musk en las redes sociales.
La reacción de Scholz y la vigilancia de la UE
Durante una rueda de prensa, Scholz subrayó que las acciones de Musk son completamente inaceptables y que “ponen en peligro el desarrollo democrático de Europa”. Esta declaración se produjo tras una reunión con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. Scholz destacó que Musk no solo apoya a la AfD, sino que también respalda a la extrema derecha en otros países europeos, lo que es motivo de gran preocupación.
La semana pasada, Musk organizó una transmisión en vivo con Alice Weidel, copresidenta de la AfD, en su plataforma social X. Durante esta conversación, Musk reafirmó su postura, afirmando que “solo la AfD puede salvar a Alemania”. Este evento fue objeto de un intenso escrutinio por parte de la UE, que desplegó alrededor de 150 especialistas y funcionarios para monitorear la transmisión, argumentando que podría otorgar una “ventaja injusta” a la AfD en las elecciones anticipadas programadas para finales de febrero. Actualmente, el partido se sitúa en segundo lugar en las encuestas, con un apoyo cercano al 20% de la población.
La entrevista con Weidel ha generado controversia en Alemania, llevando a más de 60 universidades e institutos de investigación a abandonar X, citando la “radicalización creciente” en la plataforma. Además, dos sindicatos y el tribunal federal han decidido dejar de utilizar el servicio. Recientemente, el Ministerio de Defensa alemán y las Fuerzas Armadas anunciaron que no volverán a publicar en X, argumentando que la plataforma dificulta un “intercambio factual”.
X ha estado bajo la mira de Bruselas desde diciembre de 2023, enfrentando acusaciones en julio de 2024 por supuestamente engañar a sus usuarios, carecer de transparencia y no proporcionar ciertos datos públicos. De acuerdo con la Ley de Servicios Digitales de la UE, adoptada en 2022, la plataforma podría enfrentar multas de hasta el 6% de sus ingresos globales anuales si no cumple con las normas de transparencia del bloque.
Musk ha criticado previamente la Ley de Servicios Digitales, calificándola de “desinformación” y acusando a la UE de ofrecer a X un “acuerdo secreto ilegal” para censurar la libertad de expresión. La situación refleja un creciente conflicto entre las plataformas tecnológicas y las regulaciones europeas, así como la inquietud sobre el impacto de las influencias externas en la política interna de los países de la UE.