A medida que Donald Trump asume su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, un estudio realizado por la Universidad de Manchester ha revelado que una mayoría de los ucranianos mantiene una visión cautelosamente optimista sobre su presidencia. Este hallazgo se produce en un contexto de incertidumbre global sobre las implicaciones de su gobierno en la guerra en curso con Rusia.
La investigación forma parte del proyecto «Identidad y Fronteras en Cambio: El Caso de Ucrania» (IBiF), una colaboración entre la Universidad de Manchester, la Universidad George Washington, la Universidad de Oxford y la Escuela de Economía de Kiev. Según el estudio, el 54% de los ucranianos considera que el regreso de Trump es generalmente más positivo que negativo para su país, aunque existen diferencias regionales y demográficas significativas. En particular, los ucranianos jóvenes de entre 18 y 29 años se muestran más optimistas, con un 64% expresando confianza en que el liderazgo de Trump beneficiará a Ucrania.
Por el contrario, los ucranianos de mayor edad y aquellos que residen más cerca de las zonas de conflicto muestran mayor incertidumbre. En el este de Ucrania, el 42,8% de los encuestados afirma que es «difícil de decir» lo que podría significar un segundo mandato de Trump para su país. La profesora Olga Onuch, investigadora principal del proyecto, subrayó la relevancia de estos resultados para entender el sentimiento público en un tiempo de agitación geopolítica. «Nuestra investigación destaca las perspectivas matizadas y a menudo ambiguas que tienen los ucranianos hacia la presidencia de Donald Trump», comentó.
La complejidad de la percepción pública
Si bien muchos ucranianos ven potencial para un mayor apoyo estadounidense bajo la presidencia de Trump, persiste una preocupación generalizada por sus comentarios anteriores sobre la soberanía de Ucrania y su capacidad para negociar una paz sostenible. Esto se ve reflejado en el hecho de que el 57% de los encuestados sostiene que «cualquier acuerdo de paz que no restablezca la plena integridad territorial de Ucrania está condenado al fracaso». A pesar de las afirmaciones de Trump de ser un hábil negociador, hay escepticismo sobre si su administración podría alcanzar un acuerdo que sea aceptable para Ucrania y sus aliados occidentales.
El estudio también pone de relieve el delicado equilibrio necesario para mantener la unidad occidental en apoyo a Ucrania. A medida que la OTAN y la UE monitorizan de cerca la retórica de Trump, Ucrania se mantiene firme en su demanda de un acuerdo de paz que garantice su soberanía e integridad territorial. La profesora Onuch concluyó que «el optimismo cauteloso del público ucraniano refleja una mezcla de esperanza y pragmatismo». En este contexto, el desafío que enfrenta Trump y su nueva administración es significativo, y las implicaciones para Ucrania y Occidente son cruciales.