El nuevo Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, ha afirmado que tanto Rusia como Ucrania deberán ceder «algo» para alcanzar la paz en la región. Esta declaración se produce en un momento en que la administración del presidente Donald Trump se prepara para abordar el conflicto ucraniano como una de sus principales prioridades.
Rubio, quien fue confirmado por el Senado como el primer miembro del gabinete de Trump, indicó que el presidente comenzará a trabajar en un acuerdo de alto el fuego «casi de inmediato». Sin embargo, no proporcionó un calendario específico para la finalización del conflicto con Rusia.
Un proceso complicado
Durante una conferencia de prensa, Rubio destacó que algunos de los preparativos para las negociaciones ya se han realizado, aunque reconoció que se trata de un proceso complicado. «Es un conflicto complejo y sangriento, y necesita terminar», afirmó. El Secretario de Estado insistió en que ambas partes, Ucrania y Rusia, deberán hacer concesiones, aunque no especificó cuáles podrían ser estas.
Rubio subrayó que las negociaciones de este tipo son más efectivas cuando se llevan a cabo a través de la diplomacia, en lugar de foros públicos. «Obviamente, los países involucrados, tanto los rusos como los ucranianos, tendrán que tomar decisiones finales sobre lo que acuerden», añadió.
Durante su campaña presidencial, Trump había prometido resolver el conflicto ucraniano en un plazo de «24 horas» si regresaba a la Casa Blanca. Tras su inauguración, cuando se le preguntó si cumpliría esa promesa, Trump bromeó diciendo que le quedaba «media jornada».
Además, el presidente reiteró su disposición a reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, con el objetivo de encontrar una solución diplomática al conflicto, afirmando que desea lograrlo «lo más rápido posible» y que el conflicto «nunca debió haber comenzado».
Según informes de CNN, Trump ha instruido a sus asesores para que organicen una llamada telefónica con Putin en los primeros días de su mandato. Esta llamada se espera que sirva como base para futuras reuniones destinadas a poner fin al conflicto en los próximos meses. En respuesta a esta noticia, el asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, declaró que Moscú aún no ha sido contactado por la Casa Blanca.
Por su parte, Putin extendió sus mejores deseos a Trump antes de su inauguración, expresando que «da la bienvenida» a los comentarios del nuevo presidente sobre la necesidad de restaurar las relaciones con Moscú y «hacer todo lo posible para prevenir la Tercera Guerra Mundial». Moscú, según Putin, sigue comprometido con sus principios y considera que el diálogo debe basarse en una «igualdad y respeto mutuo».
