El conflicto armado en Colombia ha cobrado un nuevo impulso en la región del Catatumbo, donde el número de desplazados por la violencia guerrillera ha alcanzado la alarmante cifra de 32.000 personas. Este incremento se ha producido en el transcurso de seis días de intensos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las antiguas FARC. La defensora del pueblo, Iris Marín, ha señalado que, de los desplazados, 15.000 han buscado refugio en Cúcuta, la capital de Norte de Santander, mientras que 11.000 han llegado a Ocaña y 5.300 a Tibú, localidades del mismo departamento.
Desde el inicio de los ataques del ELN contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, se han reportado alrededor de 80 asesinatos en el Catatumbo, incluyendo al menos seis firmantes del acuerdo de paz de 2016. Sin embargo, el Instituto de Medicina Legal ha recibido solo 35 cuerpos, de los cuales dos aún no han sido identificados. La defensora Marín ha confirmado que la situación de seguridad en la región se ha deteriorado, con el confinamiento de varias zonas y la necesidad de operaciones de rescate por parte de la Fuerza Pública y Naciones Unidas.
Alerta humanitaria
La crisis humanitaria en el Catatumbo no ha sido una sorpresa para las autoridades. La Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana el pasado 15 de noviembre, advirtiendo sobre el riesgo para la población civil debido a la presencia y amenazas de grupos armados ilegales. La escalada de violencia por parte del ELN se ha intensificado tras la finalización del cese al fuego bilateral acordado durante las negociaciones de paz con el Gobierno.
En medio de esta crisis, se ha producido la liberación de Antonio Marín, exalcalde del municipio de San Cayetano, quien había sido secuestrado por el ELN en diciembre. La guerrilla ha afirmado que «rescató» a Marín de las disidencias de las FARC y lo entregó a una misión humanitaria. Además, la Defensoría del Pueblo ha liderado otras misiones humanitarias, logrando la liberación de once personas, entre ellas un menor, y de 20 individuos que habían estado secuestrados desde el 16 de enero.
En respuesta a la situación, el Ejército ha intensificado la distribución de ayuda humanitaria y el rescate de líderes sociales perseguidos por el ELN. Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha suspendido los diálogos de paz con esta guerrilla, declarando el estado de conmoción interior y la emergencia económica, medidas que han suscitado críticas sobre su efectividad y alcance.